13 de febrero de 2023
Con escasa participación se dirimió la principal candidatura opositora a la gobernación de la provincia. Resonancias en la interna nacional de Juntos por el Cambio.
Festejo. La UCR, con el diputado Berhongaray a la cabeza, derrotó al macrismo pampeano.
Foto: Télam
En una particular PASO «a la pampeana» no obligatoria para los partidos o frentes que no presenten más de una lista y optativa para los electores, donde la apatía del electorado se evidenció en la escasa asistencia a las urnas, el diputado nacional del radicalismo Martín Berhongaray se impuso claramente a su colega del PRO, Martín Maquieyra –más de 13 puntos de ventaja– y obtuvo así la candidatura a gobernador de la provincia de La Pampa por Juntos por el Cambio. El 14 de mayo próximo deberá enfrentar al gobernador Sergio Ziliotto en torno a quien confluyeron todas las corrientes internas del peronismo, que gobierna allí desde 1983.
Pese a que solo votó aproximadamente un 15% del padrón electoral, la dirigencia radical reaccionó con euforia ante el resultado. Berhongaray –ligado a Evolución Radical, el sector que lidera Martín Lousteau– aprovechó para formular lo que algunos observadores definieron como «una expresión de deseos», al señalar a poco de iniciarse los festejos: «Esta elección trascendió las fronteras de La Pampa. Es muy importante para el radicalismo a nivel nacional y sobre todo para disparar un tiro por elevación: la importancia y la necesidad de este partido de estar en un primer plano, tener un rol protagónico dentro de la coalición y la política nacional».
Maquieyra se esforzó en manifestar su respaldo a los ganadores y remató sus felicitaciones con una frase exultante en su cuenta de Twiter: «¡Ahora para adelante todos juntos!». Por su parte el senador Lousteau y el diputado nacional Emiliano Yacobitti viajaron a la capital pampeana para celebrar el acontecimiento.
El triunfador recibió también los saludos del presidente de la UCR, Gerardo Morales, del diputado nacional Facundo Manes y del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien lo convocó a «trabajar juntos para transformar la provincia».
Cabe señalar que el PRO puso todas las cartas sobre la mesa. Durante los días previos a la elección arribaron a La Pampa el citado Larreta, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich en una programada exhibición de unanimidad. Es que la puja con el radicalismo se está dando en la mayoría de las provincias y se estima que se profundizará si el jujeño Morales, actual jefe de la UCR, insiste en rechazar el papel de furgón de cola que el macrismo le ha asignado a su partido durante los cuatro años de su gobierno.
Un elemento que se debe tener en cuenta es que la UCR dispone aún de un aparato político en el orden nacional que, aunque desgastado, le permite una cierta movilización de sus afiliados para participar en las internas. En cambio, el PRO cuenta con una importante cantidad de adhesiones dispersas, carece de fuertes estructuras militantes y casi no existe en pueblos y ciudades pequeñas. No obstante, está en condiciones de imponerse a sus aliados en las PASO en algunos distritos decisivos.
Claro que la unidad del radicalismo dista de ser férrea como lo demuestran los enfrentamientos entre los líderes de sus principales corrientes. Esa característica se expresó claramente el último domingo en General Pico, la segunda ciudad más poblada de la provincia, donde la presencia de tres listas radicales compitiendo por la candidatura a la intendencia le permitió al PRO, con algo menos del 40% de los votos, imponer a Adriana García, aunque la sumatoria de esas tres boletas para gobernador determinaron que allí también se impusiera Berhongaray.
El final de esta contienda en el orden nacional está abierto, ya que si se profundizan los enfrentamientos entre Larreta y Bullrich, y Macri no define su participación, pueden ahondarse las querellas que debilitarían al PRO y forzarían a los llamados «halcones» a reintentar una alianza con Javier Milei. A su vez, los radicales tendrán que concertar el modo de definirse ante las diferentes estrategias que plantean Morales, Manes y Losteau.
