Opinión

Carlos Heller

Dirigente cooperativista

El riesgo de un superajuste

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La vida cotidiana del grueso de la población sufriría un duro golpe si alguno de los candidatos de la oposición triunfa en los comicios de octubre y pone en marcha las drásticas medidas de ajuste que vienen anticipando públicamente. Ese eventual escenario, planteado con matices tanto por Javier Milei como por Patricia Bullrich, ya se prefigura en medio de un debate político tendiente a confundir, si no a tergiversar, los orígenes de las dificultades actuales. 
Eso ocurre, por ejemplo, cuando se ubica como los principales «problemas» a resolver la existencia de derechos elementales de trabajadores y jubilados, que supuestamente habría que abolir para «estar mejor». 
También se propone el rechazo a la acción del Estado y se alienta la neutralización de sus instancias (el Banco Central, las empresas públicas, etcétera). Se llega así al extremo de demonizar al propio ejercicio democrático de la política, a la que se le atribuye sin más un carácter ineficiente, mientras se lanzan profusas (y falsas) acusaciones a los funcionarios de mal uso de los recursos públicos.
No se trata, por supuesto, de desconocer la delicada situación presente y el deterioro del nivel de vida de amplios sectores populares. Al contrario, las soluciones son urgentes, lo cual abre el interrogante acerca de si la salida es el retorno a experiencias neoliberales, como la todavía reciente de Cambiemos en 2016-2019, o si hay margen para planes extremos e inconsistentes como los de La Libertad Avanza.
El ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, advirtió esta semana que la dolarización alentada por Milei «es en realidad la devaluación del 100% que el Fondo Monetario Internacional nos pidió hace cuatro meses». 
No se pueden obviar las consecuencias, en ese caso el boleto de colectivo aumentaría a 650 pesos, el de tren pasaría a costar 1.100 pesos, y sustituir la universidad pública por la privada le costaría unos 3.000.000 de pesos anuales promedio a la familia de ese o esa estudiante, graficó Massa. Además, agregó, un jubilado que paga hoy 2.500 o 3.000 pesos por la tarifa eléctrica subsidiada debería abonar 14.000 pesos.
El ajuste que plantean los opositores sin duda afectaría a las prestaciones sociales, que concentran el 55% del gasto primario. Esto es, jubilaciones, pensiones, AUH, Potenciar Trabajo, PAMI y otras políticas sociales. El recorte en esas partidas, dicen, es necesario para luego disminuir la «carga impositiva». Lo cual muestra a las claras la intención de transferir cuantiosos ingresos hoy destinados a cubrir necesidades de los sectores más desprotegidos de la sociedad, en beneficio principalmente de los mayores grupos económicos.

Compensaciones y derechos
Frente a esas ideas regresivas, el Gobierno avanza con nuevas medidas para compensar los efectos provocados por la corrección del tipo de cambio oficial luego de las PASO, mientras se favorece la producción y la formalización del empleo. Así, tras el pico inflacionario de agosto, «septiembre, octubre y noviembre van a recorrer un camino de reducción», aseguró Massa.
En esta línea, el Poder Ejecutivo presentó para su tratamiento en el Congreso Nacional el Programa de Generación y Fortalecimiento del Empleo Argentino, Empleo MIPYME, segmento que concentra al 68% de los trabajadores del país. La iniciativa establece la formalización sin pago de multas y con el cierre de todas las causas penales, y se le reconoce al trabajador y la trabajadora hasta 70 meses de aportes jubilatorios. 
Además, por cada nuevo empleo joven de programas sociales y de personas desempleadas durante dos años estas empresas no van a pagar contribuciones. En el caso de quienes cobran el salario social complementario no pierden el beneficio, ya que durante un año funciona como base y el empleador completa el salario de convenio. Y queda garantizada la cobertura de riesgos de trabajo y la obra social. 
En síntesis, impulso al trabajo formal con todos los derechos laborales correspondientes, un contraste más con los partidarios de la flexibilización.

Milei. El líder de La Libertad Avanza, al igual que Patricia Bullrich, propone recortar los derechos de los trabajadores.

Foto: Télam

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