Opinión

Carlos Heller

Dirigente cooperativista

Las tratativas y los rumbos

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La finalización de la quinta revisión, según se espera, permitiría el desembolso de fondos del organismo. De lo que se trata, en estas horas, es de minimizar las condicionalidades habituales del Fondo Monetario internacional (FMI), lo que implicaría una mayor libertad para las políticas públicas orientadas a la producción y el empleo.
Las medidas económicas que el Gobierno, según trascendidos periodísticos, se apresta a anunciar, se encuadran en ese marco y apuntan –lo cual es una obviedad– a reforzar las reservas monetarias. 
En tanto, los medios de comunicación concentrados, en gran medida afines a sectores de la oposición y a grandes grupos empresarios, tomaron un reciente informe del FMI para ejercer presión por una devaluación del peso.
En rigor, el Reporte del Sector Externo difundido a mediados de semana se limita a calcular, como lo hace cada año al analizar las cuentas de los países integrantes, la supuesta brecha de competitividad en cada caso.
En el capítulo argentino el FMI mantiene prácticamente invariables los conceptos incluidos en su análisis de 2022, cuando no podían preverse las consecuencias de la sequía. 
Señala que, para reforzar la sostenibilidad externa, las posibles respuestas de política son «una consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado». 
Los objetivos de esas medidas propuestas en términos generales (y que no se relacionan con las actuales tratativas) son «moderar el crecimiento de la demanda doméstica», «reforzar el balance comercial», «recomponer las reservas internacionales», entre los más importantes. 
Sobre esta cuestión, no se puede desconocer que el problema principal para las Reservas Internacionales radica en la reciente sequía y su impacto en las exportaciones agropecuarias.
De no haber sido por el déficit hídrico, se habrían exportado en granos y oleaginosas unos 25.000 millones de dólares más y se contaría con un ingreso fiscal (por retenciones) equivalente a unos 6.000 millones de la moneda estadounidense. 
Una devaluación de la moneda nacional no revertiría ese cuadro ni modificaría en lo esencial la competitividad. La realidad es que el tipo de cambio real multilateral se encuentra hoy en niveles superiores (es más competitivo) que en la etapa 2016-2017.
En ese momento el valor del dólar estaba determinado por «el libre mercado», antes de la crisis ocasionada por el sobreendeudamiento dispuesto por el expresidente Mauricio Macri.

El puente
He sostenido en forma reiterada que no hay acuerdos buenos con el FMI, lo que hay que lograr es el menos malo posible en esta coyuntura para conseguir un puente temporal. En 2024 las condiciones serán seguramente otras: se revertirán los efectos de la sequía, con el impacto positivo que ello tendrá en términos de reservas internacionales y en recaudación por retenciones. Y a la vez aumentará el aporte de divisas en sectores como el energético y la minería, que contribuirán a mejorar la balanza comercial.
Desde luego, el rumbo proyectado, a partir de un acuerdo con el FMI menos gravoso, es bien distinto al que prometen los precandidatos de orientación neoliberal, partidarios de un severo ajuste monetario y fiscal junto con una fuerte devaluación que acentuaría la transferencia de ingresos en desmedro de la mayoría de la población. 
Un modelo que prevé el cierre o achicamiento de empresas públicas, como anunciaron que harán con Aerolíneas Argentinas si triunfan en los comicios de octubre. Como también prometen suprimir ministerios (eliminar por ejemplo el de Mujeres, Género y Diversidad), recortar derechos laborales y reducir el «costo» del sistema previsional. Planes para una Argentina menos justa y socialmente más desigual. 

Al fondo. El objetivo es minimizar las condicionalidades que impone el organismo internacional a los países deudores.

Foto: Shutterstock

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1 comentario

  1. El neoliberalismo nunca jamás fue una opción para beneficiar a un pueblo. Solo se beneficia su codicia desmedida de enriquecer a unos pocos y destruir al resto. Considero que está muy claro que es lo más beneficioso para todos y todas en los próximos años.
    También considero que el FMI debe asumir su responsabilidad en la falta de controles sobre el dinero prestado en el Gobierno anterior.

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