5 de noviembre de 2023
Originalmente adoptada por los gamers, la plataforma de streaming pisa cada vez más fuerte en la escena mediática a partir de su alianza con las emisoras FM.
Transmisiones. Matías Martin en Todo pasa, los integrantes de Malditos nerds y Migue Granados en Olga con Lalo Mir de invitado.
«Es un experimento en tiempo real ver cómo se mueve esta comunidad. Tienen una forma de hablar. Hay palabras que salieron del programa y que manejan entre ellos. Me parece interesante de estudiar», decía Emilse Pizarro en una nota a propósito de la radio televisada a través de plataformas de streaming y redes sociales, publicada en Acción a fines de 2021. Integrante de Todo pasa, el envío conducido por Matías Martin por Urbana Play, la periodista le daba un lugar destacado a Twitch, la exitosa plataforma fundada en 2008 y que, en ese entonces, en plena pandemia, experimentaba un crecimiento arrollador de la mano de streamers como Ibai Llanos o Coscu.
Instaladísima en el sistema comunicacional, hoy en día su impacto resulta innegable. Cada vez son más los medios tradicionales que la eligen para transmitir sus programas: desde emisoras FM como la citada Urbana Play, Vorterix, Metro y Like, hasta canales de televisión abierta como El Trece o Telefe, que recientemente lanzó Telefé Streams, destinada a generar contenidos pensados específicamente para Twitch y YouTube. ¿Cómo es que este portal que en un principio era un espacio de nicho, habitado por jóvenes gamers, llegó a cautivar a una industria tan disímil como la radiofónica, esencialmente sonora? Asimismo, ¿cómo explicar el furor de Twitch entre el público centennial, que se refleja en el surgimiento de medios nativos digitales como Luzu TV, Olga y Gelatina? ¿Qué es lo que caracteriza y diferencia a esta plataforma de su principal competidora, YouTube?
Para el especialista en industrias culturales Agustín Espada, investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, el fenómeno es multicausal. «Por un lado, vivimos en un momento del desarrollo de internet que privilegia la imagen, especialmente el formato video. A los contenidos sonoros les es difícil viajar por sí mismos en las redes sociales o en Google. Necesitan ser acompañados de textos e imágenes, necesitan multimedializarse. Poner algunas cámaras en el estudio implica un costo relativamente bajo para una radio. Por otro lado, existe actualmente una hibridación de géneros y formatos que le facilita a la radio ese viaje», explica. Además, agrega un tercer factor vinculado con el cambio de paradigma que vino a sacudir al terreno de los medios. «Hace unos veinte años, vivíamos en un ecosistema mediacéntrico. Íbamos a buscar un contenido a la televisión, la radio, el diario en papel y eso requería acercarnos físicamente, encender el aparato, comprar el diario. Hoy son los medios los que tienen que acercarse a los usuarios, que estamos en el centro. La mayoría habitamos espacios como Twitch, Instagram, Twitter, YouTube, Spotify y consumimos lo que encontramos ahí. Lo que le permiten estas plataformas a la radio es reconectar con las audiencias», sostiene.
De acuerdo con Romina Pereyra, creadora de contenido y co-conductora de Malditos nerds por Vorterix, otra razón que da cuenta de este acercamiento entre el medio radial y el streaming es que este último, bien empleado, puede enriquecer la calidad de los programas, así como la experiencia general del oyente, ahora también televidente. «Te posibilita jugar con el contenido visual e hilvanar nuevas ideas. Para los que hablamos de temas como gaming y cine, una cosa es referirse a una serie o un juego, y otra muy distinta es contar el argumento o hacer una descripción con un video de fondo que te ayuda a agilizar el contenido, a hacerlo más dinámico», ejemplifica.
Grabado o en directo
Los entrevistados coinciden en que si bien Twitch y YouTube brindan el mismo servicio, también presentan diferencias, sobre todo en lo que atañe a los tipos de audiencia y contenido al que apunta cada una. «YouTube tiene un público variado. Por el contrario, Twitch le habla a las pibas y los pibes. De hecho, creo que los canales de stream surgen para darles un marco de producción profesional a esos contenidos piolas para los jóvenes», reflexiona Espada. «Otra diferencia es que en YouTube hay un consumo más anacrónico y a demanda, más allá de que existan las transmisiones en vivo. En cambio, en Twitch la producción de contenido debe ser originalmente en vivo, lo que explica la altísima tasa de consumo de contenido en directo, el valor radica ahí. Esto incide sobre la forma de los programas y sirve para entender por qué los streamers y los usuarios pasan tanto tiempo conectados en esas transmisiones», señala el investigador.
A este punto también refiere Pablo Glattstein, gerente de contenidos de las FM del Grupo Octubre, entre las cuales se encuentra Like, que busca captar al segmento juvenil. «Muchas de las entrevistas que hacemos a los artistas arrancan en antena como una nota convencional de pocos minutos y después se van a Twitch, donde pueden durar cincuenta minutos. Esto se da por dos razones: para no trabar tanto el aire pero también porque Twitch lleva otra lógica, tiene un ritmo propio. Ahí empezás una transmisión y hasta que se calienta el encendido y está la audiencia real enfrente, tranquilamente puede pasar una hora», asegura.
Por último, Pereyra alude a otro rasgo de Twitch que es clave a la hora de distinguirla de su contrincante: el sentimiento de comunidad y pertenencia que promueve, especialmente a través del chat. «Hay una interacción constante entre los usuarios y también con los streamers, que no se da en las otras plataformas. Por eso levantó tanto público durante la pandemia. Es la que mejor supo canalizar la necesidad de sentirse acompañado, de crear lazos, en épocas de encierro».