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El Centro Cultural de la Cooperación y el Instituto de Artes del Espectáculo de la UBA homenajearon al actor, director, dramaturgo y docente, con un encuentro que reunió a sus amigos, colegas y discípulos. Vida y obra de un ícono del teatro infantil.

Celebración. Los panelistas y el público presentes en la Sala Solidaridad del CCC. (Juan C. Quiles/3 estudio)

El Área de Investigación de Ciencias del Arte (AICA) del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en conjunto con el Instituto de Artes del Espectáculo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, realizaron entre los días 23 y 27 de julio su XV Congreso Argentino de Historia del Teatro Universal. Como cada año, se elige a un referente particular: el año pasado fue Juan Carlos Gené y, el anterior, Alfredo Alcón. En esta ocasión el homenajeado fue otro gran artista, el más grande para los chicos: Hugo Midón.
El título del encuentro fue «Congreso Internacional Hugo Midón. Obra, poética, pensamiento, pedagogía, política». Y esos fueron los temas que se trataron a lo largo de las cinco jornadas, en las que se repasó la enorme y valiosa trayectoria de este maestro de grado que nació en Valentín Alsina y terminó transformándose en el ícono del teatro infantil en Argentina. Aunque, en su caso, habría que hablar de obras para toda la familia, como él mismo solía aclarar.
 

Lecciones básicas
El lunes 23 se realizó la apertura del congreso con una Sala Solidaridad colmada e invitados que, lejos de homenajear solemnemente a su amigo, colega o mentor, organizaron una verdadera fiesta: las anécdotas y las palabras de cariño y agradecimiento convirtieron a la velada en una tarde entrañable. Todo comenzó con la proyección de un video realizado por María Eugenia Mafeo, que en pocos minutos recorrió la vida y obra del actor, director, dramaturgo y docente con su recordada escuela Río Plateado.
Además, también estuvo presente el recuerdo de La vuelta manzana, su primera obra; Narices, que en 1983 se propuso tratar el tema de la dictadura militar; aquel ciclo de 40 programas de televisión que dejó una huella imborrable; Vivitos y coleando y sus constantes transformaciones; su trabajo como actor y su dramaturgia para los adultos.
A continuación, Jorge Dubatti (director del AICA) se refirió a Midón como «uno de los directores más increíbles de la Argentina, no solamente por la producción que realizó, sino también por la enormidad de su legado, en cuanto a la formación de actores y a las obras que dejó y que se siguen haciendo».
Actor, músico e hijo del homenajeado, Julián Midón contó a su turno que pone su empeño en «mantener vigente el importante lugar que ocupa mi papá dentro de la escena argentina. Una vez que él partió, me encontré frente a ese legado y lo sentí como una responsabilidad, pero también como un deseo. Porque es mucha la gente que quiere acercarse a su obra y es por eso que trabajo con todo esto: es un verdadero placer».
El músico Carlos Gianni, quien conformó una excelente dupla con Midón durante 40 años, señaló que «tanto desde los textos como desde las acciones y desde la música, le dedicamos nuestra atención a los chicos y a los adultos por igual. Nosotros tuvimos la felicidad de hacer cosas simples sin dejar de lado la profundidad».
Compañeros de muchos años del gran creador, como el escenógrafo Héctor Calmet, los coreógrafos Doris Petroni y Ricky Pashkus o su asistente de dirección durante más de 15 años, Lala Mendía, también participaron de las jornadas. En el congreso se trataron los temas más diversos, como la poética de su obra, su forma de encarar la cuestión social y el compromiso con su trabajo, sus compañeros y su público.
En el encuentro también se habló de la gran cantidad de premios que recibió (los Premios Hugo al teatro Musical fueron bautizados en su honor), aunque fueron varios los presentes que repitieron que el mayor de todos fue poder ver a tres generaciones de espectadores juntas, cantando las letras de las canciones de las obras de este hombre, que decía que de los chicos había aprendido las cosas básicas, las mismas que ponía en práctica en su vida.

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