Con un presente movido que la lleva a protagonizar una obra de teatro, una ficción televisiva y varias películas, la actriz también le pone el cuerpo a la defensa de los derechos de la mujer. A veinticinco años del comienzo, un balance de su carrera.
25 de julio de 2018
Dice Julieta Zylberberg que, desde hace un tiempo, cambió su perspectiva social. Lleva veinticinco años de recorrido actoral y durante un largo período estuvo inmersa en un mundo de ficción. «Vivía en una burbuja, sobre todo porque estaba doce horas grabando todos los días y me sentía alejada de la realidad. Te asisten todo el tiempo, te dan todo lo que necesitás, vos no movés un pelo, pero sabía que eso no era verdad», recuerda la intérprete, actual integrante del éxito teatral Dos más dos, que dirige Marcos Carnevale y que le permite volver a un escenario luego de ocho años de «abstinencia».
Hace un tiempo cambió el perfil y se transformó en una luchadora por los derechos de la mujer: es una de las famosas que alzaron la voz, primero, con la ley del Matrimonio Igualitario, luego con el movimiento Ni Una Menos y, más recientemente, con la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito. No solo agita desde las redes sociales, sino que también pone el cuerpo y asiste a las marchas. «Ser conocida quizás ayuda a divulgar estas necesidades. Y lo vamos logrando; palpo una sensación de hermandad incomparable. Creo que este colectivo de mujeres fortaleció un pedido urgente e imprescindible», afirma.
La actriz atraviesa un fructífero momento laboral. «La obra me parece superdivertida y a la vez realista, porque toca, en clave de comedia, un tema central que es la sexualidad en las parejas», comenta sobre Dos más dos, que coprotagonizan Eleonora Wexler, Fernán Mirás y Luciano Cáceres. En la pieza encarna a la atrevida Betina, quien busca llamar la atención con su liberalismo.
Horizonte cercano
El año había empezado bien en lo personal, ya que fue una de las columnas vertebrales de Edha, la primera serie argentina producida por Netflix. «Prefiero no referirme a la carnicería de la que fue víctima la serie. Hay mala leche en algunos críticos», se limita a decir ante la dureza con la que fue recibida la ficción dirigida por Daniel Burman.
Debutó hace veinticinco años en el ciclo Magazine For Fai y, desde entonces, no paró. «Creo que pude establecer un vínculo sano con mi oficio, sin exigirle más de la cuenta. Aunque eso no quita que cada tanto se me crucen imágenes en las que Almodóvar me esta dirigiendo», sonríe la intérprete, a quien entre agosto y septiembre veremos en la comedia romántica All Inclusive, de Diego y Pablo Levy. «Es la historia de una pareja que se plantea que ya es tiempo de pensar en tener hijos, hasta que un viaje a Brasil cambia repentinamente los planes».
También asoma en el horizonte inmediato el drama Aire, film de Arturo Godoy rodado en la ciudad de Santa Fe. «Mi personaje es una madre soltera, sacrificada, que debe cuidar como puede a su hijo, que padece el síndrome de Asperger», adelanta.
La televisión no podía faltar en sus planes: ya grabó un par de capítulos de Otros pecados, de Pol-ka, unitario con elencos rotativos que protagonizará junto con Paola Barrientos, Leo Sbaraglia, Érica Rivas y Celeste Cid. «El nudo argumental habla sobre personas desbordadas por el rencor, la envidia, la culpa, la terquedad y el egoísmo», describe sobre el ciclo que se verá a partir de septiembre, por El Trece.
«La diversidad de personajes que me vienen tocando en todos estos años es una bendición. Tengo la suerte de hacer distintos roles todo el tiempo y eso, en una profesión que puede encasillarte, es un lujo, es como un sueldo extra», describe.
«Me pareció un delirio, me caí de culo», ilustra una de las protagonistas de Relatos salvajes. La revista The Hollywood Reporter la colocó en una lista de «grandes intérpretes con posibilidades de llegar a Estados Unidos». «Lo tomé como un mimo, un espaldarazo. Y si llega la oportunidad de trabajar afuera, lo aceptaría, pero no ambiciono irme del país. Si mi carrera se terminara hoy, estaría muy conforme y agradecida, porque siento que hice más de lo que siempre imaginé».