En tiempos de aislamiento social, un considerable número de músicos, dramaturgos, actores, escritores y cineastas dispuso que su obra estuviera al alcance del público de manera gratuita a través de internet. Entretenimiento, compromiso y solidaridad.
15 de abril de 2020
Propuestas. Imposible, Lerner, #LeerEnCasa, #ArgentinaCanta, Páez, Emilia, La Flor.
La vida se hace cuesta arriba sin cines, ni teatros, ni museos, ni plazas. La creatividad se pone a prueba debido a la cuarentena. Y maquillar la rutina para que cada día no se repita la misma historia se transforma en uno de los principales desafíos actuales. En ese marco, el mundo virtual aporta dosis gratuitas de cultura y entretenimiento para sortear la ansiedad o el hastío, al menos por unas horas.
Ante las medidas decretadas por el Gobierno nacional para frenar el avance de la pandemia, llegó importado desde España el «Yo me quedo en casa leyendo», una tendencia que pisa fuerte en las redes sociales. Editoriales como Planeta, Alfaguara, Norma, El Ateneo, Anagrama, Unsam, Mansalva y Fondo de Cultura Económica liberaron algunos libros en formato digital para el disfrute de los lectores.
«Es importante que todos entendamos que estamos viviendo una situación desconocida y que es bueno distraerse, entretenerse con otras cosas, saliendo un poco de esta película de terror que está viviendo el mundo», reflexiona Isol Misenta, escritora e ilustradora. Imposible, su último libro, se encuentra disponible virtualmente. Misenta considera que «el encierro forzado puede ser una oportunidad para reencontrarnos con actividades que a veces postergamos por falta de tiempo».
Desde el living
El proyecto #LeerEnCasa, promovido por el director teatral Juan Parodi y el periodista Maxi Legnani, reúne a referentes del mundo actoral para una serie de lecturas compartidas vía streaming. «Leemos para saber que no estamos solos, una frase que, en estos momentos de soledad impuesta, tiene otra fuerza», cuenta Parodi. «Como la música y el cine, la lectura es un elemento esencial en estos tiempos y más si hay artistas que se comprometen», agrega.
A la propuesta se fueron sumando Mercedes Morán, Ingrid Pelicori, Pilar Gamboa, Leonardo Sbaraglia, Alejandra Radano, Rubén Szuchmacher y Lorena Vega, entre otros, quienes irán compartiendo textos de autores como Silvina Ocampo, Clarice Lispector, Néstor Perlongher, Jorge Luis Borges y Hebe Uhart. Las lecturas en vivo se realizan los domingos a través de la cuenta oficial de Instagram @leerencasa.
Muriel Santa Ana eligió «En casa», de la escritora francosuiza Mona Chollet, «un ensayo sobre el espacio doméstico, en el que el hogar resulta clave para los que necesitamos estar tranquilos en la soledad en nuestro lugar». La actriz señala que «la solidaridad de muchos artistas de distintas ramas tiene que ver con este vaivén de emociones y sentimientos, con la necesidad de acompañarnos en tiempos en los que los estados de ánimo cambian muy rápidamente. La empatía con el otro nos salva: tenemos que entender que, de ahora en más, es fundamental pensar en plural».
A Claudio Tolcachir y al equipo de Timbre 4 se les ocurrió colgar tres obras que fueron muy importantes para ese semillero de la calle Boedo. Y lo que pretendió ser un granito de arena terminó atrayendo a miles de personas. «Para nosotros fue una primera gran experiencia, tuvimos una convocatoria más elevada de lo esperado», cuenta Tolcachir.
«Era un oportunidad única para compartir nuestro teatro, obsequiando tres piezas que ya no están en cartel pero siguen vivas», explica el autor y director. La «programación online en tiempos de cuarentena» se transmitió de manera libre y gratuita a través de Instagram e incluyó las piezas El viento en un violín, Emilia y Dínamo.
Tolcachir cree que «esta es la mejor forma de retribuirle a la gente que ama el teatro todo lo que hizo por nosotros. Las obras vienen bien para salir un poco de este necesario agobio informativo que estamos viviendo». ¿Habrá más novedades? «Timbre 4 también tiene piezas de Tamara Kiper y Lautaro Perotti, entre otros. Estamos comprometidos a exprimir este recurso proponiendo más obras, clases abiertas y debates».
El show debe continuar
Espacios culturales como el Teatro Cervantes también ofrecen su menú de espectáculos. «La inauguración fue con la presentación de Teoría King Kong – Durmiendo con el enemigo, protagonizada por Soledad Silveyra», informa Rubén D’Audia, director del Cervantes. «Es el momento adecuado para poner a disposición de nuestro público los contenidos que el teatro ha producido. También circularán charlas públicas, conferencias y otras actividades».
Con este panorama de fondo, la plataforma digital Teatrix obtuvo nuevas suscripciones pagas. «El primer día de la cuarentena sextuplicamos la cantidad de usuarios, el segundo día duplicamos lo que se había sextuplicado y, después de la primera semana, nuestro equipo ya no daba abasto para suministrar el contenido», grafica Mirta Romay, su impulsora. Entre las piezas más significativas que se pueden ver en Teatrix están La casa de Bernarda Alba, con dirección de José María Muscari; La Nona, de Tito Cossa; y Yo amo a mi maestra normal, de Juan Pablo Geretto.
Fito Páez debió suspender la presentación del disco La conquista del espacio, que se iba a realizar el 13 de marzo en Rosario. En cambio, seis días más tarde, dio a conocer el material a través de sus redes sociales. Con un novedoso formato de recital online, causó un verdadero furor entre sus seguidores: lo vieron más de 145.000 personas. Fueron 80.000 desde Facebook, 38.000 vía YouTube y 35.000 en Instagram.
Necesitados de desconectarse un rato de la realidad, miles de fans se autoconvocaron en la casa de Páez, quien abrió su intimidad mostrando un piano, un fonógrafo y una computadora portátil. «Mariposa Tecknicolor», «Los días de sonrisas, vino y flores» y «11 y 6» marcaron la tónica de un recital especial, que se extendió más de una hora. «Estoy muy contento por el lío bárbaro que armamos en esta obligada encerrona», hizo saber después del show.
Dos días después siguió el mismo camino Alejandro Lerner, quien impulsó «Entre todos», un concierto coral a través de las redes sociales. Fueron de la partida Sandra Mihanovich, Nito Mestre, Los Tekis, Lito Vitale, Juan Carlos Baglietto, Bahiano, Los Tipitos y Nahuel Penisi, entre otros. La clara intención, dice Lerner, fue «subir los ánimos en estos días de aislamiento. No es sencillo, los argentinos estamos acostumbrados a sociabilizar, nos gusta el contacto y salir, pero debemos demostrar nuestra ciudadanía con la mayor de las responsabilidades».
En tanto la TV Pública, junto a América TV y Telefe, pusieron al aire #ArgentinaCanta, un conmovedor segmento musical en el que 35 artistas, desde sus casas, entonaron «Como la cigarra», la emblemática canción de María Elena Walsh. Creada por la Red Solidaria, la movida contó con figuras como León Gieco, Teresa Parodi, Soledad Pastorutti, Ligia Piro, Abel Pintos, Víctor Heredia, Lula Bertoldi, Wos, Juan Carlos Baglietto, Nacha Guevara, Marcela Morelo y Kevin Johansen.
Si es cierto que el show debe continuar, por ahora será a través de Instagram, YouTube o Facebook. Entre los músicos que se presentaron en vivo vía internet se anotan Palo Pandolfo, que realizó un repaso por su extensa carrera; Miguel Mateos, que ofreció un concierto de corte intimista; Fabiana Cantilo, que tocó los temas de Quinto elemento, su último álbum. Pedro Aznar optó primero por compartir sus reflexiones personales y días después ofreció en Facebook un recital desde su casa.
Estrenos de cine y lanzamientos de libros postergados sin fecha, obras teatrales levantadas hasta nuevo aviso, giras musicales canceladas. La cultura argentina intenta subsistir gracias a la solidaridad, la empatía y las redes sociales de sus protagonistas, que abren las puertas de su casa para buscar nuevas formas de conexión con su público.