Cultura | CAMPI

Adicto al trabajo

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Javier Firpo

El reconocido imitador y comediante asume el desafío que implica incursionar en el drama. El éxito teatral de Los Bonobos y la serie de Fito Páez.

Nuevos roles. El actor interpreta a un hombre mudo y al padre del músico rosarino.

DIEGO MARTÍNEZ

«Mi laburo es increíble, te lleva a lugares insospechados. A la salida del teatro me espera gente que es muda y nos comunicamos a través del lenguaje de señas, que estudié durante meses y sigo haciéndolo por la obra. Esa tertulia que se arma allí a la salida es como la segunda parte de la pieza», dice conmovido Martín Campilongo, Campi para todo el mundo, protagonista de Los Bonobos, que integra el podio de las más vistas en la cartelera porteña.
Dirigida por Alberto Negrín, la pieza retrata a tres amigos que nunca se enamoraron y sienten que les ha llegado la hora de dar un paso al frente. Claro, los tres tienen una particularidad: Alex (Peto Menahen) es ciego, Dani (Osqui Guzmán) es sordo y Fran (Campi) es mudo. «Hay muchos pasajes que son desopilantes, porque los amigos se cubren y ocultan sus inconvenientes cuando conocen a tres mujeres que ni sospechan lo que descubrirán», cuenta el actor e imitador sobre la eficaz comedia que en enero tuvo su tercer estreno, luego de «las temporadas muy cortas de 2020 y 2021, interrumpidas por la pandemia».
Por primera vez en su carrera, Campi permanece arriba del escenario sin emitir una sola palabra. «Es un desafío, ahora estoy más canchero, pero al principio me sentía inseguro, pensaba que se me iba a escapar alguna expresión», confiesa. «Igual me tensiona la situación y termino agotado, porque mi manera de hacerme entender con el público es a través de los gestos y las señas corporales», agrega el actor.
Al principio, reconoce, pensó que «le iban a dar con un caño a Los Bonobos porque cuenta la historia de un mudo, un sordo y un ciego. Te juro, pensé que iban a decir que nos burlábamos y que los tomábamos a la ligera, algo que por suerte no sucedió porque, por el contrario, la pieza los incluye y fue hecha por el autor francés Laurent Baffoe con las mejores intenciones».

Otra faceta
Después de un 2021 intenso, en el que formó parte del living de Flor de equipo con Florencia Peña en Telefe, en el que desplegó su artillería implacable de imitaciones, se despidió del ciclo sin imaginar que dos semanas después sería levantado. A comienzos de año fue convocado, casting mediante, para ser uno de los personajes centrales de El amor después del amor, la serie sobre Fito Páez que puso en marcha Netflix. Con el mismo cantautor rosarino en el rol de autor y productor y con la dirección de Juan Taratuto, su fecha de estreno todavía no fue confirmada. «Yo haré de Rodolfo, el padre de Fito», adelanta Campi. «La serie recorre unos 40 años en la vida de Fito, pasando por sus éxitos y fracasos, sus momentos brillantes y sus tragedias, como los asesinatos de su abuela y tía abuela, a las que mataron en Rosario en 1986», agrega.
Con todo su recorrido en el mundo televisivo a cuestas, reconoce que «esta propuesta es una de las más importantes por lo distinto, porque no tiene que ver con el tipo de trabajos en los que la gente acostumbra a verme. Aquí dos personas de la producción tiraron mi nombre, me tomaron las pruebas pertinentes y aquí estoy, con muchas expectativas y ansiedades, ya que es un rol trascendente que estará en los trece capítulos de la temporada. ¿Por qué acepté? Porque es un papel dramático, faceta que tengo ganas de incursionar hace mucho tiempo no solo por una necesidad artística, sino porque la comedia, en exceso, te envicia, algo que me estaba sucediendo», cuenta.
No vacila a la hora de definirse como «un adicto al trabajo. Las propuestas me llegan, suelo tener pluriempleo, pero yo hago mucho para que eso suceda, no es por casualidad. Y esa inquietud, esa curiosidad son más fuertes que yo. Todo el tiempo estoy buscando qué cosas puedo hacer, aun cuando esté plenamente ocupado. Tengo pasión por mi trabajo, pero me gustaría manejarlo un poco más. Me tomé una semana de vacaciones y casi que no pisé el mar: me la pasé haciendo arreglos en la casa que tengo en Mar de las Pampas».

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