Con el cierre obligado de las salas debido a la pandemia, las películas de producción local llegan al público a través de la plataforma del INCAA y de otras similares. Ventajas y desafíos que plantea el cambio de paradigma a la industria audiovisual.
29 de julio de 2020
Podio. Bajo mi piel morena, de Campusano, fue vista por 120.000 personas en CINE.AR. (Prensa)Visto en perspectiva, el comienzo de año fue esperanzador para la exhibición del cine argentino. Desde comienzos de enero hasta mediados de marzo, hubo un incremento con respecto al año anterior marcado por el estreno de El robo del siglo, de Ariel Winograd. La película registró un total de 2.082.542 espectadores hasta el cierre de las salas provocado por la pandemia. Sin embargo, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) declaró el 14 de marzo la emergencia económica del sector audiovisual, una crisis «anterior a la ampliación de la emergencia sanitaria dictada por el Poder Ejecutivo», tal como indicaba el comunicado de la institución. La industria ya venía golpeada y el nuevo contexto obligó a las autoridades del INCAA a buscar soluciones paliativas.
Paradoja mediante, una de las medidas para subsanar la problemática de la exhibición en cines se encontraba en su principal competidor: la web. El medio que desde hace tiempo se instaló como el contrincante de la pantalla grande, hoy parece ser el único canal de difusión para las producciones locales e internacionales. El INCAA estableció mediante la Resolución N° 166/2020, el «Programa de estrenos durante la emergencia sanitaria», rebautizado «Jueves de estreno». El mismo posibilita que las películas se puedan ver a través de la señal CINE.AR TV los jueves y, a partir del día posterior, quedan disponibles durante una semana de manera gratuita en la plataforma CINE.AR Play. Un integrante del equipo de gestión del INCAA cuenta, en diálogo con Acción, que «“Jueves de estreno” es una iniciativa pensada como una solución, que permite acceder al cobro de medios electrónicos. Antes para eso tenías que tener un estreno técnico, una primera semana en cartel. Y la resolución modifica esto».
Entre las películas más vistas en esta nueva modalidad se encuentra Las Furias, de Tamae Garateguy. «Teníamos que estrenar en la primera mitad de 2020 en salas y sucedió esta situación de la pandemia, pero prontamente el Instituto encontró esta alternativa. Algunos prefirieron esperar y otros preferimos hacer el lanzamiento online. A mí, en estas circunstancias, me pareció una buena idea», comenta la directora. Integrante de la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura, Cris Zurutuza destaca que «el Instituto de Cine tuvo una reacción muy rápida y positiva respecto a cómo mantener al menos una parte de la industria cinematográfica en marcha, al reconocer como un estreno comercial el estreno en la plataforma. Esto permite que los productores cobren los subsidios y, de esta manera, no quede todo tan paralizado».
En la misma línea opina Diego Brodersen, crítico de cine de Página/12, quien aclara que «CINE.AR cumple una función importante que de ninguna manera reemplaza a la exhibición en salas. Dada la situación que estamos viviendo, obviamente muchos realizadores y productores están estrenando las películas por condiciones contractuales, por un lado, pero por el otro lo hacen porque es la única boca de salida que disponen».
A la iniciativa del INCAA se suman otras, como el Programa Puentes de Cine de la Asociación de Directores de Cine. «Como veíamos que la cuarentena y la reapertura de las salas iba a demorarse, decidimos crear el primer Cine Virtual de Argentina, que consta de tres salas», explica Fernando Madedo, uno de sus responsables. «Lo lanzamos con el film Canela, de Cecilia del Valle, con una entrada a 160 pesos que denominamos BEC (Boleto Electrónico Cinematográfico), donde la distribuidora o la productora percibe el 80% de la recaudación», completa.
Por su parte, el Colectivo de Cineastas, agrupación conformada por directores, productores, técnicos, estudiantes y periodistas relacionados al ámbito audiovisual, también compartió sus películas a través del portal homónimo, algunas de forma gratuita y otras a cambio del simbólico valor de un dólar.
Alcance federal
Desde que se anunció la medida, la plataforma del INCAA incrementó los usuarios hasta superar los 2 millones, mientras que el canal de televisión llega a 463.000 hogares según mediciones de IBOPE. La repercusión de CINE.AR pone en evidencia la demanda existente de cine argentino. Entre las películas elegidas por el público figuran Hacer la vida, de Alejandra Marino; El cazador, de Marco Berger; El maestro, de Cristina Tamagnini y Julián Dabien; La chancha, de Franco Verdoia; y Algo con una mujer, de Mariano Turek y Luján Loioco. El podio de las más vistas está encabezado por Bajo mi piel morena, de José Celestino Campusano (con 120.000 espectadores); Tóxico, de Ariel Martínez Herrera (60.000); y Las furias, de Tamae Garateguy (40.000).
Paralelamente al programa «Jueves de estreno», que se extenderá hasta fines de 2020, CINE.AR Play también cuenta con la sección «Estrenos», creada hace ya algunos años con el fin de convertirse en una alternativa concreta a la tradicional sala. Allí se pueden alquilar películas por la módica suma de 30 pesos, el mismo valor que una entrada en el cine Gaumont. Hasta el momento, se contabilizan mas de 50.000 visualizaciones por mes. Marea alta, de Verónica Chen; Lo habrás imaginado, de Victoria Chaya Miranda; y Gauchito Gil, de Fernando Del Castillo fueron estrenadas bajo esta modalidad. Del Castillo considera que «la plataforma te permite llegar a lugares de toda la Argentina, donde directamente no hay cines. Haciendo un análisis así, en principio me parece positivo».
Tamae Garateguy añade que «también es importante la situación de estreno en simultáneo en todo el país: todo aquel que tenga el canal de TV o se meta desde algún dispositivo en su casa, puede acceder. Esto le da la oportunidad de vivir la experiencia de un estreno a pueblos que no cuentan con cines». Agente de prensa de Las furias, Zurutuza afirma que «la gran ventaja es el marco federal. De repente una película promocionada para el estreno en CINE.AR Play llega de 10.000 a 80.000 clics, mientras que cada punto de rating del canal de TV equivale a unas 30.000 o 40.000 personas. Son cifras que, por las vías de distribución tradicionales de los Espacios INCAA, son difíciles de alcanzar».
Desde el Programa Puentes de Cine, Madedo proyecta: «Lo que vemos a futuro es una posibilidad de que la sala virtual complemente a los cines, para lograr estrategias de distribución que permitan trabajar en todo el territorio de Argentina. Y dado que técnicamente podemos restringir las películas por geolocalización, podría ser una buena forma de que lleguen a las localidades donde aún no hay cines abiertos».
La pandemia también puso de relieve otra carencia de la industria: el problema de la exhibición. «Cuando nació CINE.AR Play se hizo con el sueño de que en algún momento tenga estrenos online, como está ocurriendo ahora», argumentan desde el INCAA. A modo de conclusión, Garateguy señala que «la exhibición estaba muy golpeada: era uno de los principales reclamos antes de la pandemia. De ahora en más habría que pensar en maneras que permitan sumar, y no tener que elegir entre hacer un estreno en salas o directamente en la web».