En el mar de las nuevas tecnologías, con internet como aliada, el medio encara una transición que reúne los viejos modelos de difusión con el streaming. Congo y Futurock se nutren de figuras surgidas de las FM que apuestan por la vía digital.
14 de febrero de 2019
Alta fidelidad. Cancela y su equipo se reconectaron con sus oyentes históricos.La radio es ese camaleón que se transforma en función de su entorno. Lo que la hizo fundamental, entre otras cosas, es su cobertura geográfica, su inmediatez, la facilidad de ser consumida mientras trabajamos, cocinamos o manejamos y, por supuesto, el estar abierta a la participación de sus oyentes. Es un medio que les pone caras a las voces, colores a las noticias y ambiente al estado de ánimo colectivo.
Así como hay un nuevo lector y un nuevo televidente, existe un nuevo tipo de oyente radial en la avasallante expansión de las nuevas tecnologías. El modelo clásico batalla entre la supervivencia y la adaptación a los cambios de hábitos, y eso modifica el panorama. Los caminos entre pasado y presente se cruzan sin mucho sentido, al menos por ahora. Dentro de la lógica escurridiza de las redes sociales y del cambio de paradigma de los medios tradicionales, ¿durante cuánto tiempo más las emisoras funcionarán de la manera en que las descubrimos en el siglo pasado? ¿Existe un nuevo modelo de radiofonía global? Según los hechos, sí.
En los últimos meses, el periodista Clemente Cancela (ex-CQC) se transformó en emblema de una transición que se manifiesta todavía de manera tenue en el país. Su programa Gente sexy, que conducía por FM Blue, fue levantado tras ocho años de permanecer en el aire porque la señal pasó a nuevos dueños. Al mes y medio de salir de Blue, Cancela estaba al frente de un emprendimiento propio: Radio Congo. Regresó al éter con su programa, aunque rebautizado como Sexy pipol, porque el nombre anterior le pertenece a Blue. Radio Congo es una aplicación vía streaming que se puede bajar desde la tienda de los sistemas operativos de iOS y Android, en tanto que también se puede escuchar directamente desde su sitio web.
«La migración es un paso adelante. Nosotros no la “dormimos” y arrancamos solo un mes y pico después de salir del aire. Tenemos un buen caldo de oyentes que nos siguen también de esta manera. Esta independencia nos dignifica. Es cierto que tenemos un ingreso pequeño, pero hacemos lo que nos gusta. Sexy pipol sintetiza varios factores, como el rechazo a los sistemas de medición, indescifrables, y los cambios en el sistema de consumo de medios», le cuenta Cancela a Acción.
Sigue al mando de la conducción con Santiago Calori, Leo Gabbes y se incorporó al grupo Jésica Lamónica Lima, conocida como Jesicall, ocupando el espacio que dejó Joe Fernández. Congo tiene por el momento dos tiras diarias (Sexy pipol y Mentiras verdaderas, con Toma Diurrieu); tres podcasts (uno de música, uno de publicidad y otro de cine) y el resto del tiempo rotan canciones que programan entre todos sus integrantes: conductores, operadores y productores.
Guido Corallo, socio, productor y director general de la emisora, apunta a los cambios que se vienen. «Salimos al aire desde radio Colmena, pero en breve tendremos nuestro estudio propio en Palermo. Estamos más enfocados en eso que en producir nuevos programas», explica. Siguiendo los caminos de la autogestión, Congo implementó un sistema de suscripción para sus oyentes, con distintos valores que oscilan entre los 120 y los 480 pesos, aunque el streaming es gratuito.
«Me rehúso a hablar en público de la cantidad de oyentes que tenemos porque es un tema delicado. Por supuesto que nuestros auspiciantes están al tanto de eso, pero prefiero no hacerlo. Solo puedo decir que para este producto pensamos en calidad y popularidad y vamos por un buen camino», señala Cancela.
Cambio de época
Tras la llegada de Mauricio Macri a la presidencia en 2015, una de las primeras decisiones que tomó Hernán Lombardi como nuevo titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, fue cambiar la programación de Nacional Rock. Quien era director de la FM pública desde 2013, Federico Vázquez, resistió la medida denunciando públicamente su vaciamiento, así como el despido de sus conductores, columnistas y periodistas. El reclamo tuvo una alta repercusión en distintos medios. Sin embargo, meses después la emisora se relanzó con una nueva programación comandada por Bobby Flores.
Frente a una coyuntura de cambios y crisis de los medios, Julia Mengolini, Sebastián Vázquez, Federico Vázquez y Matías Messoulam, que trabajaron en distintas funciones en Nacional Rock, crearon Futurock, una señal online ideada en enero de 2016 y que emitió contenidos por primera vez el 4 de julio de ese mismo año.
Sus socios fundadores convocaron a buena parte de quienes habían sido despedidos de la FM pública. La política se mezcló con un nuevo desarrollo, el de una radio desplazada de las convenciones canónicas del medio. Y en la última entrega de los Martín Fierro digitales, Futurock se alzó con la estatuilla en la terna de «mejor radio nativa digital».
«La mayor parte de las radios tienen un discurso que parece escrito hace siglos», es lo primero que dice Federico Vázquez en diálogo con Acción. «No hay recambio de voces, no tiene nada por fuera de lo políticamente correcto. Nosotros nos sentimos parte de un colectivo que en los medios no tenían voz. Siempre estuvimos de cara a los oyentes que pretendían, por ejemplo, la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Y otros temas fuera de la agenda de los grandes medios», dice.
«No es que ahora hablamos de eso, siempre lo defendimos, fuimos parte de la construcción de un discurso al que se oponen muchos medios –continúa Vázquez–. Parte de ese cambio es que no somos solo un radio, también le sumamos un sello musical y una editorial. Hablamos con los auspiciantes, los convencimos y demostramos que se podía, porque otros empezaron a seguir nuestro camino. Tenemos 200.000 conexiones únicas por semana, y logramos reunir 6.000 socios que contribuyen con dinero».
Frente a la situación vivida en Nacional Rock, el primer reflejo de los creadores de Futurock fue buscar una frecuencia tradicional. Pero descubrieron que no era tan fácil: además de los altos costos, la mayoría están armadas con perfiles de programación orientados a un target determinado. Así surgió la idea de fundar una radio online con una grilla profesional (nadie trabaja gratis en Futurock), sin negociar contenidos. Apuntando a un público joven-adulto, la programación fue tomando color.
¿Hay que buscar una nueva definición sobre qué es la radio en el mar del entretenimiento digital? Los oyentes ya no son solo receptores de contenidos, sino además generadores de historias, gustos, tendencias. El presente permite construir la propia línea temporal de escucha, mezclando programación en vivo y pregrabada, para consumir en el momento deseado. Un aire nuevo del que por ahora solo se huelen los primeros efluvios.
Fotos: Horacio Paone