3 de mayo de 2023
La activación del swap suscripto con el país asiático permite prescindir del uso de dólares en las operaciones de importación de productos de ese origen.
Vínculo. Reunión en Economía para ultimar detalles del convenio: el ministro Massa y otros funcionarios recibieron al embajador chino Zou Xiaoli.
Foto: NA
Industrias locales podrán mantener su actividad, importando insumos y bienes intermedios de China sin necesidad de emplear al dólar como moneda de pago. La reciente decisión bilateral de activar el swap vigente con China, además de asegurar la fluidez del intercambio dotará al Banco Central de mayores posibilidades de intervención en el mercado cambiario, para frenar maniobras «sobreespeculativas», como las definió el ministro de Economía, Sergio Massa.
Esos resultados son esperables, a partir de la mejor perspectiva para mantener un nivel adecuado de reservas, a partir del acuerdo que permitirá utilizar yuanes por el equivalente de 1.040 millones de dólares para adquirir este mes productos originarios de China.
A la vez, desde mayo se podrán realizar compras en yuanes por el equivalente de entre 790 millones y 1.000 millones de dólares, divisa estadounidense que, para esas operaciones, será reemplazada por la de la potencia asiática.
Economía soberana
El embajador del país oriental en la Argentina, Zou Xiaoli, expresó con sus propios términos el alcance de la decisión de activar el último tramo del swap en yuanes. Se trata, dijo, de «defender la economía soberana» y de que las empresas «puedan usar las monedas locales para comerciar, a fin de reducir riesgos y costos, y manejar el entorno político».
En referencia al acuerdo, el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Carlos Heller, recordó que «el 21% de las importaciones argentinas proviene de China, unos 17.500 millones de dólares el año pasado», que ahora se verán facilitados por el reemplazo de la moneda estadounidense. Lo cual «mejorará el balance de dólares de nuestro comercio internacional», explicó.
En presencia del titular del Banco Central, Miguel Pesce, funcionarios de la Aduana Nacional y empresarios privados cuyas compañías demandan bienes del país asiático, Zou remarcó que ambas naciones «venimos trabajando fuertemente para intercambiar informaciones y estrechar nuestro vínculo de complementariedad».
Beneficiarias del acuerdo serán cientos de industrias de todos los tamaños y cantidad de empleos. Massa mencionó algunos casos de fuerte relevancia por su provisión de bienes y servicios de consumo masivo, como Newsan o las firmas de telecomunicaciones Telefónica y Claro. Pero también mencionó a las proveedoras de otras ramas productivas, como la autopartista Mirgor y la productora de fertilizantes Syngenta.
Además de sortear el riesgo de un brusco parate en la actividad económica, el acuerdo entre el BCRA y los bancos Popular y el ICBC (Banco Industrial y Comercial de China) añadió poder de fuego en el mercado cambiario. Punto relevante «en estos días en los que tuvimos que tomar la decisión de intervenir frente a los que especularon y sobreespecularon» con el dólar ilegal, sostuvo Massa.
Sequía y triangulación
Justificó luego la medida ante el impacto negativo de «la mayor sequía de la historia, que nos dejó con 15.000 millones de dólares menos de exportaciones», lo cual obligó también a «redefinir el programa de importaciones y exportaciones» que se pactó el año pasado con el Fondo Monetario.
Otra conveniencia derivada del uso del swap es terminar con las maniobras de triangulación detectadas por la Aduana, mediante las cuales algunas empresas sobrefacturaban compras originadas en China pero formalizadas en Europa, Uruguay o Panamá, para dejar dólares fuera del país. De modo adicional, el acuerdo permitirá adelantar el ritmo de las importaciones, que hasta ahora se hacían con autorizaciones a 180 días, mientras el uso de yuanes reducirá el plazo hasta 90 días.