27 de julio de 2021
Definidas las listas, comienza el proceso hacia la elección legislativa en el contexto de las consecuencias de la pandemia sobre la sociedad y la economía.
Acto inaugural. El Frente de Todos lanzó su propuesta desde una fábrica en Garín. (Télam)
La que comienza es una campaña electoral muy particular. El contexto social en el que se desarrollará es inédito. La pandemia, aún vigente y con final incierto, ya ocasionó más de 100.000 muertos y millones de contagios en el país. El avance del plan de vacunación muestra una cara esperanzadora respecto de su evolución futura, aunque nunca hay certezas ante episodios como el que afecta al mundo desde el año pasado. Además del costo en vidas y en salud, física y psicológica, la pandemia golpeó fuertemente a la economía. En el caso de nuestro país, fue un impacto que se sumó al desolador panorama económico y social que dejó el paso de Mauricio Macri por la Casa Rosada para la amplia mayoría de la población. De esa combinación surge el resultado, medido por el INDEC: al finalizar el año pasado había 12 millones de argentinos bajo la línea de pobreza, de los cuales 3 millones estaban en situación de indigencia.
En ese sentido, la principal referente del Frente de Todos, Cristina Fernández, advirtió en el acto de lanzamiento de candidaturas que «estamos ante una elección y ante un país, en una etapa de la vida inédita. Nunca habíamos ido a una elección en estas condiciones».
El voto ciudadano renueva en noviembre la mitad de los integrantes de la Cámara de Diputados y un tercio de la Cámara de Senadores. Actualmente, el oficialismo cuenta con una cómoda mayoría en el Senado (41 escaños, con 37 se alcanza el quórum), mientras que en Diputados ostenta la primera minoría con 119 lugares, 10 menos que los necesarios para iniciar las sesiones sin acuerdos con otras fuerzas. En el Senado, renuevan sus tres bancas respectivas las provincias de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chubut, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán. El poroteo anticipado indica que el peronismo puede perder alguna banca, pero en principio mantendría el manejo del quórum.
En Diputados, en tanto, de los 127 escaños que se eligen, más de la mitad (66) se resuelven en cuatro distritos: Buenos Aires (35), CABA (13), Córdoba (9) y Santa Fe (9). Serán las principales batallas de noviembre. El oficialismo aspira a sumar legisladores ya que se renuevan aquellos que fueron elegidos en 2017, cuando el macrismo triunfó en los comicios legislativos y, por lo tanto, arriesga más bancas que el peronismo (60 y 51 respectivamente). De todos modos, parece muy difícil que pueda sumar la decena de bancas que le permitiría alcanzar el quórum sin aliados. Para ello debería, por lo menos, alcanzar los números de la presidencial de 2019.
Cartas sobre la mesa
Del lado del oficialismo, sin obviar las tensiones y disputas en los días del armado de listas, la unidad estuvo por encima de todo y se plasmó también en la imagen de presentación de la propuesta bonaerense y porteña. Junto a la vicepresidenta, el presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, anunciaron quiénes encabezarían las listas desde una fábrica situada en Garín: Victoria Tolosa Paz, titular del Consejo Nacional de Políticas Sociales; el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, en provincia; Leandro Santoro y Gisella Marziotta en la Ciudad. El peronismo viene de tres elecciones de medio término con suerte esquiva, y en los tres casos (2009, 2013 y 2017) fue con representación dividida. Por eso se hizo hincapié en la unidad alcanzada en el Frente de Todos, que permitió sacar al macrismo del poder, como principal herramienta para los comicios que se vienen. Y lo logró, mediante la presentación de listas únicas en la mayoría de las jurisdicciones, con algunas excepciones importantes como Santa Fe y Tucumán, donde habrá disputa interna en las primarias.
Por otra parte, en el ámbito de la alianza Juntos por el Cambio, las disputas por el liderazgo quedaron expuestas. Si bien el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta aparece en principio como triunfador en la puja con el expresidente Mauricio Macri, no está todo dicho. Por un lado, Larreta impuso el enroque porteño-bonaerense al mover a la exgobernadora María Eugenia Vidal como cabeza de lista en la Ciudad y al exvicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli. Vidal, al cruzar la General Paz, se aleja del distrito que gobernó y donde en la campaña debería haber defendido una gestión repudiada en las urnas por la mayoría de la población. Mientras que Santilli enfrenta una disputa interna con un armado de radicales y experonistas encabezado por el neurólogo Facundo Manes. El radicalismo comenzó a exigir más espacios protagónicos dentro de una alianza que hasta ahora fue dominada por el PRO. Tanto el gobernador jujeño Gerardo Morales como el diputado y exgobernador de Mendoza Adolfo Cornejo hicieron saber que el viejo partido ya no se resignará a secundar al macrismo y la candidatura bonaerense de Manes puede ser un primer paso fuerte en ese sentido. Para Larreta, se juega allí buena parte de sus aspiraciones hacia 2023. Una derrota en las PASO bonaerenses sería letal para el liderazgo que intenta construir ya que, así como los radicales buscan ampliar su peso específico de cara a las presidenciales, la titular del PRO, Patricia Bullrich, y el expresidente Mauricio Macri están a la espera de un traspié para cobrarle la minimización que sufrieron en el armado de listas.
A las dificultades internas –habrá disputas en 17 provincias, en algunas con hasta cuatro listas–, el principal armado opositor les suma el desafío de debatir en campaña con el fresco recuerdo del gobierno macrista y sus consecuencias negativas para millones de argentinos.
La izquierda clasista presentará múltiples listas tras fracasar en el intento de unificar propuestas, y de ese modo reduce sus posibilidades de alcanzar representación legislativa. Mientras que en distintas jurisdicciones se presentarán los autodenominados «libertarios», referenciados en Javier Milei y José Luis Espert, quienes ostentan una gran presencia mediática que no se corresponde con su real peso político. Y en la provincia de Buenos Aires vuelve a intentar hacer pie el exministro de Transporte Florencio Randazzo, ahora por fuera del Partido Justicialista, acompañado por sectores referenciados en Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, vecinalistas y socialistas. Frente Vamos con Vos es el nombre del nuevo proyecto de Randazzo.