24 de julio de 2022
Sectores del radicalismo que intentan tomar distancia de los referentes del PRO para 2023 encontraron un potencial aliado en el gobernador cordobés, Juan Schiaretti.
¿Socios? Los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales, y de Córdoba, Juan Schiaretti: sondeos de cara al año próximo.
El centro político ha sido históricamente evaluado como sinónimo de equilibrio y, por tanto, como un sitio confortable que permite hacer gala de ecuanimidad y capacidad reflexiva, aunque la experiencia histórica demuestre que bajo esa caracterización se cobijan infinitas variantes de la derecha y el autoritarismo.
Los sectores del radicalismo que encabezan los aspirantes a la candidatura presidencial en 2023, Gerardo Morales y Facundo Manes, consideran que la beligerancia entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos ha provocado cansancio y escepticismo en amplios segmentos del electorado y que hay espacio para la construcción de una fuerza que, sin renunciar a los dogmas económicos neoliberales, adopte la máscara de la moderación. El tiempo dirá si unifican su propuesta, compiten en las PASO de Juntos por el Cambio o si alguno de ellos resuelve encarar una aventura autonómica.
La novedad es que el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, parece estar en la misma sintonía. Por lo menos es lo que surge de sus recientes declaraciones públicas en las que destacó: «Hay grietas para todos los gustos y colores. Grieta entre el Gobierno y la oposición. Grieta dentro del mismo Gobierno. Grieta dentro de la misma oposición. Hay que generar algo nuevo, algo que permita que haya un diálogo fecundo, que nos pongamos de acuerdo en temas centrales, algo nuevo que nos permita encarar la solución».
A juzgar por los contactos que mantiene el mandatario, lo que se buscaría es constituir una coalición nacional con el radicalismo, los pequeños agrupamientos peronistas que no apoyan al Gobierno de Alberto Fernández, y lo que queda del socialismo y del GEN de Margarita Stolbizer.
La dirigencia radical cordobesa acepta que existen contactos y conversaciones entre Schiaretti, Morales y Manes, pero niega terminantemente la posibilidad de un acuerdo electoral. El matutino La Voz del Interior se hizo eco de los rumores circulantes que también involucran al bonaerense Emilio Monzó, a quien se le atribuye la pretensión de ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por la supuesta entente. En un párrafo de la nota en la que se aborda el tema, se sostiene: «Pese a que el peronismo cordobés no habla de otra cosa por estas horas, los radicales –sus principales dirigentes, al menos– oscilan entre la sorpresa, el descreimiento total y la desconfianza hacia la dirigencia nacional. La interpretación predominante en la UCR mediterránea sigue siendo que se trata principalmente de una jugada del schiarettismo a los fines de “meter ruido” en Juntos por el Cambio de Córdoba». Lo concreto es que las principales corrientes del radicalismo cordobés adhieren a los ganadores de las elecciones legislativas de 2021, el senador Luis Juez y el diputado Rodrigo de Loredo, y sus principales voceros se indignan cuando se les sugiere la posibilidad de que alguno de sus dirigentes nacionales abandone Juntos por el Cambio. «“No hay ninguna negociación con Schiaretti, por lo menos de parte de quienes representan al partido. Son especulaciones de los peronistas locales que están de capa caída y conversan con algunos resentidos», juran.
En el peronismo cordobés también se vivieron horas tensas ante las sospechas de que Schiaretti se estaba acercando demasiado a Juntos por el Cambio, manifestadas por algunos referentes del interior. Las aguas volvieron a su cauce cuando el Gobernador dispuso poner toda la carne en el asador en Marcos Juárez, una ciudad en la cual JxC parece invencible, y que renovará sus autoridades en septiembre. Una victoria en ese distrito revitalizaría al cordobesismo y alejaría la posibilidad tantas veces insinuada de una coalición entre las fuerzas mayoritarias de la provincia, que tan bien se entendieron durante todo el Gobierno macrista.