11 de noviembre de 2021
Aún con una base alta de digitalización, el sector tiene mucho terreno por ganar. El Gobierno busca acompañar con asistencia técnica y subsidios directos.
La buena noticia es que Argentina tiene uno de los mejores índices de digitalización de las empresas de menor tamaño de América Latina: solo por debajo de Chile y Costa Rica, y en un nivel similar al de Uruguay. A esa conclusión arriba un reciente estudio de la Maastricht University (de Holanda), el Sistema Económico Latinoamericano (SELA, organismo regional de integración con sede en Caracas), la proveedora estadounidense de servicios de internet, Steadfast Networks, y la chilena Gia Consultores.
La comparación entre 17 países, no obstante, excluye a Brasil. Y el buen posicionamiento de las pymes argentinas parece obedecer más al rezago de la mayor parte de los países del área, que a un progreso real de nuestro país. De hecho, apenas un 2,3% de las firmas locales relevadas se ubicarían en una fase óptima («transformadora», según el estudio). En la otra punta, la madurez digital en más del 84% de las compañías regionales de menor tamaño es apenas incipiente («primaria»).
El Panorama Digital de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes) de América Latina 2021 sostiene que un urgente progreso en esta materia es clave en el proceso de adaptación que permita asegurar su supervivencia y, a la vez, impulsar una recuperación económica resiliente. Que logren abrazar los beneficios de la digitalización y de las nuevas tecnologías dependerá, sin embargo, del apoyo de las instituciones estatales y financieras para que esas compañías se formalicen, logren un financiamiento adecuado, consigan el acompañamiento y las asesorías necesarias.
Programas
El Gobierno argentino, por lo pronto, puso en marcha ambiciosos programas para acelerar la digitalización del universo mipyme. Esos planes combinan actividades de capacitación y respaldo técnico con recursos financieros, no solo en forma de créditos blandos sino directamente de aportes no reembolsables (subsidios). La nueva etapa en esta materia comenzó desde mediados de este año, cuando el avance de la vacunación permitió vislumbrar un paulatino control de la pandemia. Tras el período de sostén a las empresas y el empleo con asistencias como el ATP (de apoyo al trabajo y a producción), IFE (ingreso familiar de emergencia) o Repro (pago parcial de salarios), entre otras medidas, se pensó en potenciar a las unidades productivas y de servicios más pequeñas para que su modernización aporte en todos los frentes. Por ejemplo, mediante el aumento de su oferta a fin de reducir la inflación en rubros variados, o bien suministrar divisas mediante crecientes envíos al exterior.
En una primera etapa se puso en marcha junto al Banco Nación una nueva línea crediticia por 1.000 millones de pesos y tasas subsidiadas dirigida a unas 80.000 mipymes (muchas de ellas cooperativas). Para lograr un salto cualitativo en materia de competitividad esas empresas pueden financiar la compra de equipamiento 4.0 y/o licencias de software, e incorporar soluciones vinculadas con la transformación digital. Por ejemplo, la automatización de procesos productivos, el control de la producción o sistemas de monitoreo remoto, o aspectos relacionados con la comercialización online. Se puso además a disposición un catálogo de soluciones tecnológicas y la herramienta de autodiagnóstico de madurez digital. «El desafío de la política pública –dijo Guillermo Merediz, secretario Pyme– es fortalecer la agenda de la digitalización de los procesos productivos, en articulación con todas las instituciones intermedias, las cámaras empresarias, las universidades y las agencias de desarrollo nacionales o provinciales».
De modo complementario la Red de Asistencia Digital para Pymes realiza diversas acciones para favorecer la adopción de herramientas y servicios digitales y crear espacios de vinculación tecnológica. Por esta vía las empresas del sector tecnológico ofertan 500 herramientas bonificadas para facilitar la comercialización, la logística y la capacitación a distancia. Se lanzaron al mismo tiempo los Talleres de Oferta Digital (TOD) en las cadenas de valor equipamiento médico, bienes de capital, maquinaria para alimentos, maquinaria agrícola, autopartes, gráficos, madera y mueble, juguetes, textil confeccionista, cuero, calzado y marroquinería, vitivinícola, lácteos y frutos secos.
Más información:
https://www.sela.org/es/centro-de-documentacion/base-de-datos-documental/bdd/76058/panorama-digital
https://www.argentina.gob.ar/produccion/pac/acceder-pac-transformacion-digital
