9 de octubre de 2022
Una larga lista de personalidades de la cultura, el arte y la política, así como varios presidentes, pasaron por Centro Cultural de la Cooperación.
Chávez. El fallecido presidente venezolano visitó el CCC en dos ocasiones y habló ante un numeroso público. Aquí, con Juan Carlos Junio.
Foto: Jorge Aloy
No es posible dimensionar la historia de dos décadas del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini sin considerar la huella que distintas personalidades de las artes, la política y el pensamiento latinoamericano dejaron en su paso por el espacio de la avenida Corrientes. Es que el CCC, como faro de la cultura y las ciencias sociales, logró constituir un notable libro de visitas. Presidentes y vices, reconocidos artistas, intelectuales y referentes de distintas disciplinas contribuyeron a enriquecer la vida institucional de una entidad que, desde la Ciudad de Buenos Aires, irradia al país y a la región sus ideas y su acción para la «batalla cultural».
«Son imprescindibles este Centro que ustedes han sabido crear, estos lugares de encuentro para el debate, la acción crítica, el pensamiento crítico sin el cual no hay revolución posible, no hay cambio posible», decía en 2007 el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, durante una de las visitas que realizó al CCC. «Se necesita un renacimiento de las ideas», comentaba el mandatario y agregaba que era crucial «estudiar, pensar en colectivo, encontrar respuestas adecuadas».
Los dos encuentros con Chávez sirvieron como plataforma para que se sumaran nuevas páginas al historial de destacadas figuras políticas que estuvieron en el CCC. Por sus salas pasaron dirigentes y gobernantes como Rafael Correa, Evo Morales, Álvaro García Linera, Juan Carlos Monedero, Camila Vallejo, Marco Enríquez Ominami, Axel Kicillof y el actual presidente Alberto Fernández. Todos ellos, con su mirada y su análisis, reafirmaron el principio sobre el que se despliega la labor cotidiana del CCC: aportar ideas y herramientas con sentido transformador y emancipador desde la cultura y la ciencia.
Aún resuenan las palabras de Correa, en una de sus vistas al Centro Cultural, en donde abordaba el fenómeno de las deudas de los países de América Latina. «Parece que las crisis de nuestros países radican solamente en no poder pagar la deuda. Cuando no se tiene para salud o para educación, no hay crisis; pero cuando no se puede pagar la deuda se dice que hay que hacer las cosas con seriedad. Fíjense ustedes, ser serios es atender las necesidades del capital financiero para no pasar vergüenza», afirmaba Correa.
En sus 20 años, el CCC examinó la realidad latinoamericana a través de sus protagonistas. A poco de ser expulsado ilícitamente del Gobierno, Evo Morales llegaba en 2019 al Centro Cultural para analizar la coyuntura de su país y sostenía que «mientras tenga vida haré política como un servicio y en sacrificio de los más humildes». En ese marco, el líder boliviano subrayaba: «Agradezco a todos por recibirme aquí, en este Centro Cultural y por el afecto; sabemos que no estamos solos». El exvicepresidente, Álvaro García Linera, también tendió numerosos lazos con la institución mediante distintas actividades en las que participó. Fue en 2019, además, cuando Alberto Fernández defendió en la sala Solidaridad los procesos democráticos de Latinoamérica. «Ningún ejército ha liberado a un pueblo, queremos que la democracia se afiance entre nosotros», manifestaba el presidente argentino.
Las menciones son extensas. Además de los actores políticos, la casa cultural creada en noviembre de 2002 por el IMFC ha reunido y sigue reuniendo a intelectuales, artistas, comunicadores, creadores, investigadores y referentes de múltiples campos del pensamiento artístico y científico. Horacio González, Eduardo «Tato» Pavlovsky, Cristina Banegas, Alfredo Alcón, León Ferrari, Luis Felipe Noé, Abel Prieto, Piedad Córdoba o Galo Mora son parte de una amplísima lista de importantes figuras que marcaron la historia del CCC.
Música, poesía, letras, teatro, títeres y artes plásticas se combinan con economía, sociología, historia, política, comunicación y cooperativismo, entre muchas otras disciplinas. En esas intersecciones radica la riqueza del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini que, transcurridas dos décadas, mantiene vigente y fortalece su espíritu fundacional: construir un pensamiento, un sentimiento, un discurso y una práctica liberadora.