9 de septiembre de 2015
«Es un honor tener a este trabajador del arte para que nos cuente su experiencia militante, política y cultural en su ciudad, Bahía Blanca, con todas las implicancias que tiene ser un militante en una ciudad tan particular como esa». Con estas palabras, Manuel Santos Iñurrieta, coordinador del departamento Artístico del Centro Cultural de la Cooperación, presentó al actor, director, teatrero y artista Alberto Rodríguez en el inicio de un nuevo encuentro del ciclo Teatros y Políticas organizado por el mencionado departamento y la Red de Teatro en Defensa de la Humanidad. En la sala Jacobo Laks del tercer piso del CCC se formó un círculo cálido e informal alrededor del invitado, que se dedicó a contar de manera amena y pausada su pasado y presente, generando un interesante intercambio con los presentes. Rodríguez mencionó a su maestro Juan Carlos Pato Spaltro, autodidacta y pintor de brocha gorda que formó el primer grupo de teatro independiente en Bahía Blanca a fines de los 50, y con quien en 1972 ya estaba preparando el futuro Teatro del Club Universitario (El Tecu), un grupo teatral que hizo historia en la ciudad de la provincia de Buenos Aires. Fue también Spaltro quien le enseñó que «el teatro no era aprender de memoria un texto ni nada de eso, que había que saber de historia, de política, de filosofía y de muchas otras cosas». «Él me regaló su firma en la Juventud Comunista y con Pato creamos la primera delegación del país de la Asociación Argentina de Actores en 1975, entidad que ayudó a buscar a los compañeros desaparecidos durante la dictadura militar», comentó el artista. Sobre el presente, habló del empeño que puso en la creación del Centro Cultural La Panadería, hoy uno de los principales espacios culturales de la zona, y la apertura del grupo teatral Nuevo Drama. «Teatro y militancia son la misma cosa para mí», afirmó Rodríguez. «A través del teatro –concluyó– pude decir y hacer, y encontrar lo que podía modificar en mí. Y si puedo con esto modificar a alguien más, mejor».