12 de noviembre de 2022
Con un gran acto en la calle Corrientes, tal como se hizo en la inauguración en 2002, el espacio creado por Floreal Gorini conmemoró dos décadas de batalla cultural.
Compromiso vigente. Junio, Bauer, Heller, Darín y Rivadeneira, las voces del gran acto. (Fotos: Jorge Aloy, 3Estudio/Juan Quiles y Diego Martínez)
«El Centro Cultural es concebido como lugar de encuentro, fraternidades y amistades, fruto de la convicción de que el nacimiento de un mundo nuevo debe empezar por casa». Las palabras de Juan Carlos Junio, director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, encendieron los aplausos de una multitud que siguió con alegría, pero también con la emoción a flor de piel, el acto por la celebración de los 20 años de un espacio que ya es un emblema de la cultura popular, progresista y de izquierda en Argentina y Latinoamérica. Junio recordó que la idea de este proyecto colectivo ideado por Floreal Gorini «se sustentó en un modo de comprender el mundo, desde nuestra visión ideológica y construcción social». «Asumimos desafíos, muchos de los cuales siguen vigentes», agregó el dirigente, y señaló que entre sus objetivos, el CCC «aspira a contribuir al debate desde cada disciplina, una cultura crítica que interpele a la conciencia y conmueva el corazón de los ciudadanos».
Junio se refirió en otro tramo de su discurso a las nuevas generaciones que forman parte del CCC como los verdaderos protagonistas y una «siembra que dio sus frutos». En su alocución, el también presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos recordó a Agustín Lewit, Federico Schuster y Edgardo Form, «que han cimentado y enriquecido nuestro acervo, cultura solidaria y organización».
La proyección continentalista del CCC quedó de manifiesto en el acto, que contó con la presencia de ministros y ministras de cultura de todo el continente, quienes durante dos días participaron de diversas instancias de debate e intercambio con sus pares y con investigadores y dirigentes del CCC y el IMFC. «En su discurso inaugural de este edificio de la avenida Corrientes aquel 22 de noviembre de 2002 –recordó Junio– Floreal Gorini ratificaba el compromiso del cooperativismo transformador con la mirada puesta hacia la meta colectiva de una construcción de una sociedad solidaria y una nación soberana». Y concluyó: «Nos disponemos a afrontar junto a la comunidad de la cultura y el cooperativismo los nuevos retos. El CCC continuará con la mirada hacia el futuro, la utopía y las estrellas».
Tomar las calles. El público siguió con alegría y emoción los diversos momentos de la convocatoria. (Fotos: Jorge Aloy, 3Estudio/Juan Quiles y Diego Martínez)
A continuación, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, entregó una placa de reconocimiento a las autoridades y trabajadores y trabajadoras del Centro Cultural. «Gracias por el ejemplo que nos han dejado en estos 20 años de lucha», dijo Bauer, y señaló: «Sentimos orgullo por ustedes, siempre estuvieron en los momentos más complejos y difíciles, con un gesto solidario y de presencia».
Otro mundo es posible
Luego fue el turno de Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop y diputado nacional, quien recordó en su intervención que «la batalla cultural es la madre de todas las batallas, por eso tiene sentido este acto», al tiempo que señaló que «otro mundo y otro país es posible, si queremos y si cada uno hace algo para que así sea», parafraseando a Floreal Gorini, que hace 20 años, en ese mismo lugar, invitaba a llenar de vida y sentido el espacio que se levantó en medio de una de las crisis más profundas que atravesó la Argentina. El dirigente cooperativista dijo que hoy está en juego «en qué mundo y en qué sociedad queremos vivir» y que «la batalla se da también desde el punto de vista de las ideas».
Alejandra Darín, titular de la Asociación Argentina de Actores, por su parte, manifestó «que la alegría, el trabajo y la dignidad son sinónimos del CCC» y resaltó, citando una frase acuñada en el seno del movimiento cooperativo, que «sin solidaridad no hay futuro». «La única acción que tenemos que poner en práctica es la solidaridad entre nosotros y crear, porque todas las personas somos artistas y debemos ser artistas de la vida», sostuvo la actriz y celebró «el amor entre hermanos».
El cierre estuvo a cargo de Gabriela Rivadeneira, expresidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, quien subrayó que «no hay nada más alegre que lo colectivo, y el arte y la cultura es lo colectivo, vamos a compartirlo desde Nuestramérica».
Rivadeneira recordó que los festejos por los 20 años del Centro Cultural incluyeron reuniones con dirigentes en ejercicio de la política pública y cultural y mostró optimismo por el nuevo ciclo de Gobiernos progresistas iniciado en el continente. «Tenemos que volver a hablar de la humanidad», dijo la dirigente, en medio de los aplausos de los presentes, y destacó que «la transversalidad tiene que ver con la sensibilidad que generamos frente a estos tiempos». «El único espacio donde se transversaliza todo el debate para el reto de la construcción de una sociedad diferente y posibles es la cultura, esa gran matriz que nos junta a todos en todo, porque todo nos atraviesa», concluyó.
La fiesta terminó al ritmo del tango con Guillermo Fernández y César Angeleri y a puro baile con el grupo de candombe Onda Verde y parte del público que se sumó a la fiesta.