28 de octubre de 2022
La Sala Raúl González Tuñón, en el primer piso del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, fue sede del encuentro «Aula de lectores de poesía», una suerte de continuación del ya conocido y exitoso ciclo «Aula de espectadores de teatro», dirigido por el investigador Jorge Dubatti que se realiza también en el CCC desde sus comienzos.
Los moderadores fueron Dubatti y el poeta y director artístico del CCC, Juan Villafañe, y los poetas invitados fueron Leopoldo «Teuco» Castilla, Vicente Muleiro y Valentina Nicanoff. Para dar comienzo a la jornada, Villafañe habló sobre el proyecto de «Aula de lectores de poesía»: «Esto ya había tenido otras ediciones antes de la pandemia y esta es la primera vez que lo hacemos en pospandemia. Tiene un paralelo con lo que es la “Escuela de espectadores de teatro”, con la que apostamos a que tanto el espectador como el lector –siendo el lector también un espectador de alguna manera–, pueda considerarse y darle visibilidad al lector de poesía, como ha ocurrido muchas veces con el espectador que no tiene visibilidad», dijo el director artístico del CCC.
«Son sujetos críticos también –agregó–, que opinan pero no tienen visibilidad, no tienen lugar. Incluso, por las condiciones propias en que desenvuelve el círculo poético en general, en Buenos Aires, en todo el país, hay una lógica muy endógena, o sea muy hacia adentro, en la que los poetas se leen entre los poetas».
«Entonces no se abre tanto la posibilidad de que un lector –continuó Villafañe–, que puede ser poeta también, o no, pueda ser incluido, sujeto también del proceso; que además existe de hecho en condiciones tales que cuando una obra se crea, una experiencia poética alcanza a permitirse la creación de una obra poética, de una estética final, de un producto final, vos lográs allí construir una obra que tiene, justamente, el resultado de un libro, y ese libro circula».
Luego, Villafañe señaló que «esa circulación hace que las poéticas tengan su impacto en la sociedad y concluyen justamente con la lectura, o sea, que el acontecimiento poético se resuelve con el libro terminado más la lectura, más la difusión de ese libro».
Seguido con atención por el público, el director artístico del CCC continuó: «Entonces el lector y el espectador son también un sujeto crítico que opina, que tiene definiciones. Y la idea es pensar como actores, músicos, cineastas, que impactan también en su actividad con el hacer poético desde el punto de vista de la difusión, una interdisciplina que ayuda a la difusión de la poesía», para luego concluir: «Entonces acá trabajamos entendiendo al lector como un sujeto crítico del circuito, y entendiendo a la interdisciplina como una forma de multiplicar la difusión del acontecimiento poético y del hacer poético».
Poco después fue el turno de Dubatti, quien recordó: «Esto nació de una idea mía a partir de la “Escuela de espectadores”, como una suerte de continuidad, pero ya con el tema del lector de poesía. Venimos haciendo la “Escuela de espectadores” desde hace muchos años, primero en Liberarte y después en el Centro Cultural de la Cooperación, empezamos con esto en el año 2001. Es una escuela muy grande, tiene más o menos unas 400 personas con 72 escuelas en el país, América Latina y Europa. Y ya a fines de 2019 empezamos con la “Escuela del lector”, que se interrumpió durante la pandemia, pero acá estamos de nuevo», enfatizó Dubatti.
«La idea es empoderar al lector como sujeto de la cultura –continuó–. No se trata solo del poeta que escribe y lee a otros poetas sino también del lector de poesía que quizá no escribe poesía. Entonces aparece esta idea del lector como sujeto complejo, un ciudadano, una ciudadana, un agente fundamental del campo literario, tenemos que armar una masa crítica de lectores».
Luego destacó que la idea es que siempre haya un poeta reconocido, consagrado, y un joven poeta que está empezando, y después poesía performada o teatro de la poesía como acompañamiento. «Este va a ser el esquema de la escuela del lector –señaló Dubatti–. Somos muchos los que leemos poesía. Lo que ocurre es que está balcanizada o no visibilizada, no articulada, y este espacio busca lograr ese nivel de articulación».
Al final de la velada los poetas leyeron parte de su obra. Un encuentro en el que la poesía estuvo presente tanto en el escrito mismo como en el espectador, su mirada, su juicio y, por supuesto, su sensibilidad.
