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El elegido de Messi

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Roberto Parrotino

Hijo de inmigrantes, a los 17 años el campeón de la Euro 2024 brilla en el Barcelona y se proyecta como la nueva estrella del fútbol global. «Me quedo con él», dijo el argentino.

Estadio Ciudad del rey Abdullah. El delantero celebra su gol al Real Madrid en la final de la Supercopa española, el domingo 12 de enero.

Foto: Getty Images

Con todo lo que significa, condensa y conlleva, Lamine Yamal es el elegido de Lionel Messi. «Hay una nueva generación de futbolistas jóvenes muy buena que tiene muchos años por delante. Si me tengo que quedar con uno, por lo que hizo hasta ahora con la edad que tiene y por el futuro que tiene, me quedo con Lamine. Depende de él y de muchas cosas», dijo el capitán de la selección argentina, y lo votó para el premio The Best de la FIFA, que ganó el brasileño Vinícius Júnior. Lamine Yamal, el jugador más joven en debutar en la historia del Barcelona –15 años y 290 días– es el ídolo de Mateo Messi, hijo del astro, quien anda en bicicleta con la 19 de Yamal. «Es un honor –dijo él en relación a las comparaciones de la prensa–, pero estoy tratando de escribir mi propia historia. Messi es el mejor de la historia; yo aún estoy dando mis primeros pasos. Estas comparaciones a veces no ayudan». Y Lamine escribe su propia historia: figura en el título de la Eurocopa con España, cerró 2024 en el equipo ideal de la FIFA y con el premio Golden Boy que entrega el diario italiano Tuttosport al mejor jugador menor de 21 años (el 13 de julio de 2025 cumplirá recién 18 años), y abrió 2025 con un golazo a lo Messi –diagonal desde la derecha hacia el centro y definición con pase a la red– en la goleada 5-2 del Barcelona al Real Madrid en la final de la Supercopa de España en Arabia Saudita.

Ante el temor al vacío en un fútbol moderno en el que no abunda el arte, y frente a los físicos y atléticos Kylian Mbappé y Erling Haaland como aspirantes a herederos del trono de Messi, la irrupción de Lamine Yamal fue como sentir un aire fresco en la cara. Yamal combina sensibilidad, técnica e interpretación general. Juega simple: inventa pases de la nada y, levitando, gambetea rivales como si fueran sombras, se los saca de encima a gusto. Mejora a los compañeros y, a pesar de recién tener 17 años, ordena desde la pausa a su equipo como si fuera un futbolista adulto. «A Lamine Yamal las etapas le duran un pestañeo –dice Albert Morén, catalán, creador del blog de análisis de fútbol En un momento dado–. De ser muy bueno, a saber lo que provocas siendo muy bueno. Y, de ahí, a asumir las responsabilidades de quien es muy bueno. Una evolución natural, pero que lo normal es que dure temporadas, no semanas». En el fútbol, sin embargo, la edad siempre es relativa, porque lo crucial, siempre, es jugar bien.

Ballet rojo. Yamal, clave en la selección española que conquistó la Eurocopa a mitad de 2024, junto a Nico Williams.

Foto: NA

Los pases de trivela y el reto de los goles
En 2024, junto a Nico Williams –delantero del Athletic Bilbao, socio en el ataque en la selección española campeona de la Euro–, fueron, con 16, los jugadores de LaLiga con más pases gol durante el año en todas las competiciones. En la valija de trucos, Yamal atesora el pase con la cara externa del pie izquierdo, de tres dedos. Al gesto técnico se le dice «trivela». Una forma de arte. Tres de las nuevas asistencias que lleva en LaLiga 2024/25 fueron de «trivela». Es el «superpoder» que el propio Yamal le reclamó ante su ausencia en el videojuego a EA Sports, empresa creadora del FC 25, antaño el FIFA. «Marcar más goles, creo que es lo que me queda. En las asistencias he mejorado mucho, tendré las ganas de marcar en todos los partidos y creo que este es mi reto», apuntó Yamal. En 77 partidos en el Barcelona, en efecto, suma más pases gol (18) que goles (15). Da la sensación de que en un futuro no tan lejano Yamal cederá el extremo izquierdo como punto de partida para centrarse y absorber, desde la libertad, la totalidad del juego de su equipo. Que será más mediocampista que delantero. Que, al fin y al cabo, concretará un movimiento que vivenciaron las trayectorias de Messi y del brasileño Neymar, su ídolo, a quien le copia looks y festejos.

Origen obrero
Lamine Yamal, el bebé que Messi «bautizó» cuando tenía seis meses en una producción de fotos para un calendario de Unicef, es hijo de padre de Marruecos y de madre de Guinea Ecuatorial. Y celebra algunos goles haciendo con los dedos el código postal (304) del barrio obrero de Rocafonda, de Mataró, en el que creció, y el que la ultraderecha racista de VOX llama «estercolero multicultural». El padre de Lamine fue condenado por atacar un puesto de Vox. «Fútbol aparte –escribió el periodista Ricardo López Si, profesor en la Universitat Autónoma de Barcelona–, la asunción de un fenómeno social y cultural como Lamine Yamal también debería ayudar a sepultar el estigma con el que carga la inmigración magrebí en Catalunya y en toda España». En el último Real Madrid-Barcelona en el Bernabéu, Yamal recibió insultos racistas. «Mi hijo eligió España pero sigue los resultados de la selección marroquí igual que yo –contó Mounir Nasraoui, padre de Lamine Yamal–. La elección de mi hijo no cambia su amor por Marruecos».

El gran público quiere saber quién es Lamine Yamal, quiere conocerlo hasta en los detalles más nimios. Es la proyección del nuevo héroe. De la nueva gran figura. En 2024 fue el futbolista más buscado en Google en todo el mundo (y la persona más buscada en España). El elegido de Messi, un futbolista integral que toca la pelota y seduce, que imanta a los rivales y asiste, se entrenaba de chico con perros. «No estaba anotado a fútbol porque mis padres económicamente no podían. Solo jugaba en el parque con niños, y si no contra perros. Cuando jugaba contra ellos, no había normas: era yo contra los perros. Todo lo que encontrabas podías utilizarlo para regatearlos. Cuando me mordían se acababa porque mi padre lo paraba, pero estaba igualado», relató. Lamine, el chico que dijo que quiere ganar una Champions o un mundial antes que un Balón de Oro, juega a lo que le nace en el momento, encara y las piernas se mueven sin que piense. Él una vez explicó con la sencillez de los elegidos: «Voy improvisando, hago lo que me salga». En árabe, conviene saberlo, «Yamal» significa «bello, belleza». Así es el juego de Lamine Yamal.

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