26 de septiembre de 2014
Fundada hace 80 años, la cooperativa eléctrica de la localidad bonaerense abastece de servicios básicos a su comunidad, además de difundir los principios y valores de la cooperación.
En la Argentina hay más de 600 cooperativas eléctricas, con alrededor de 2 millones de conexiones que abastecen a unos 7 millones de personas. En el centro de la provincia de Buenos Aires, una de las regiones que registra mayor presencia cooperativa en toda la Argentina, los vecinos de la localidad de Las Flores, cansados de sufrir el maltrato y el abuso por parte de una compañía extranjera que no tenía en cuenta los intereses y las necesidades de la comunidad al brindar el servicio de energía, fundaron, en 1934, una cooperativa eléctrica.
Así nació la Cooperativa de Electricidad de Las Flores (COOPELF), que, a lo largo de 8 décadas de vida, fue sumando prestaciones al servicio original. Primero fue la extensión de las líneas rurales, servicio que cuenta actualmente con un tendido de más de 200 kilómetros y abastece no sólo a Las Flores sino también a otros pueblos y parajes vecinos como Villa Pardo, Rosas, Newton, El Trigo, el Gualicho y Coronel Boerr. Luego incorporó, entre otros, servicios sociales, Internet y telefonía fija. «Los servicios sociales se iniciaron a principios de la década del 80», comenta la consejera suplente de la cooperativa, María Cristina d’Ambrosio. Actualmente, por una pequeña cuota solidaria, los asociados y sus grupos familiares pueden acceder a traslado programado de pacientes, servicio de sepelio, salas velatorias, nichos, cremación, gabinete de enfermería y ambulancia de terapia intensiva de alta complejidad. «Esta última prestación, que cuenta con un equipo de 7 médicos y 5 enfermeros, es la única de estas características en la ciudad. Por eso firmamos un acuerdo con el municipio para cubrir a toda población», añade d’Ambrosio.
También, junto con el gobierno comunal, la cooperativa instaló una línea de distribución eléctrica de alta tensión para abastecer al parque industrial de la zona. «Esta obra de gran envergadura permitió ampliar la capacidad de energía y potenciar la actividad económica de nuestra ciudad ya que en los últimos años Las Flores se convirtió en un polo textil importante que genera recursos y mano de obra para todo el distrito», dice el vocal Ariel Repetto. «Además estamos trabajando en un proyecto que apunta a conformar consorcios de productores agropecuarios a fin de extender las líneas troncales de electrificación en distintos puntos de las áreas rurales del partido –informa la gerenta de la cooperativa, Laura Risso–. Estamos buscando el financiamiento para desarrollar estas importantes obras de mejoramiento y construcción de infraestructuras eléctricas que van a beneficiar a unos 200 productores de la zona y a reforzar el crecimiento económico local». Según la Alianza Cooperativa Internacional, el balance social es una herramienta de gestión socioeconómica que facilita a las cooperativas medirse y rendir cuentas, especialmente a sus asociados, sobre el cumplimiento de su esencia e identidad, es decir, desde los valores y los principios cooperativos, además de permitir el análisis interno. «A la hora de evaluar si una cooperativa se desempeña como tal, debe tenerse en cuenta a la entidad en su doble dimensión de empresa comercial y de actor institucional con impacto en su comunidad. En este sentido –indica el presidente de la COOPELF, Marcelo Landaburu–, iniciamos una encuesta dirigida a asociados y trabajadores para calcular la incidencia que tiene nuestra institución en estos dos aspectos esenciales», añade el dirigente.
Apuesta por la integración
La búsqueda de espacios de integración es la clave de toda gestión cooperativa. Es por eso que en la localidad bonaerense se conformó un grupo integrado por referentes de entidades solidarias e instituciones de la ciudad, entre ellas, la filial local del Banco Credicoop (ver Acción Nº 1151).
«Una de las realizaciones de este espacio es la organización anual de un concurso de preguntas y respuestas relacionadas con el cooperativismo –cuenta el vocal Javier Guidini–. Además de indagar sobre historia, doctrina, legislación cooperativa, los alumnos tienen que responder sobre el cooperativismo local. Por eso damos charlas en las escuelas e invitamos a los chicos a visitar a nuestras cooperativas». El éxito de esta iniciativa estimuló a un grupo de jóvenes locales a crear un centro juvenil, cuyo objetivo principal es transmitir los valores y principios de la cooperación, fomentar la inserción de las nuevas generaciones en el ámbito cooperativo y promover acciones participativas y solidarias en la comunidad. «Con la coordinación de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (FACE), Jóvenes Solidarios de Las Flores está trabajando en varios proyectos, uno de ellos es la promoción de bolsas de tela para sustituir a las de polietileno», comenta Risso. Esta propuesta, ejecutada con la colaboración de la Cooperativa Textil Contex, es avalada por el municipio local: los concejales aprobaron una ordenanza para limitar el uso de bolsas de plástico en los comercios de la comunidad.
«Evidentemente –concluye Landaburu– Las Flores no sería igual si no fuera por la presencia activa de la economía social y solidaria que tiene nuestra ciudad».
—Silvia Porritelli