7 de octubre de 2015
Palanca motora de economías regionales, el IMFC logró sumar en su primer ejercicio más de 200 cooperativas a las casi 50 iniciales.
La creación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos tiene su origen en el Congreso Argentino de Cooperativas. Los días 22 y 23 de noviembre de 1958, en la ciudad de Rosario, se puso en marcha un importante encuentro de entidades solidarias, cuyo resultado final fue coherente con el objetivo que se habían planteado sus promotores: la creación de un organismo de segundo grado –el IMFC– con la misión de integrar el accionar de las cooperativas de crédito y promover su formación en todo el territorio nacional.
El congreso fue el punto de llegada de un largo recorrido. Desde abril de 1958, se desplegó un intenso proceso de trabajo que se expresó en 26 reuniones de la comisión organizadora, numerosos encuentros zonales y una conferencia preparatoria nacional en la que se debatió sobre los principales problemas sociales y económicos del país, los caminos para superarlos y el aporte que podían hacer las entidades cooperativas al respecto. De las diferentes actividades realizadas, participaron delegados de cooperativas de crédito, agrarias, de consumo, de transporte y eléctricas que avanzaron en la concreción del Instituto Movilizador.
«Era necesario buscar la forma o la organización a través de la cual el pueblo, que crea con su trabajo disponibilidades de dinero, sea quien disponga qué se hace con él, y para que ello se concrete, el mismo pueblo sea quien maneje estas organizaciones», explicaba el dirigente Jaime Kreimer, en 1980, en un artículo de la Revista de Idelcoop sobre la necesidad de integración del sector cooperativo y el crecimiento de las entidades solidarias. Las ideas iniciales de coordinar el accionar de las cooperativas de crédito surgieron de los dirigentes de la Caja de Créditos Rosario, una cooperativa tradicional de la colectividad judía que intentaba tomar ritmo operativo bancario con la apertura de cuentas corrientes y la utilización de órdenes de pago. Esta intención los llevó a reunirse con dirigentes de las cooperativas Popular de Crédito de Santa Fe, Popular de Créditos de Córdoba y Caja de Créditos Empresarios de Rosario, y conformar lo que sería la comisión promotora que daría impulso a las instancias previas al congreso y a la reunión general de cooperativas.
Los objetivos trazados por aquella comisión promotora se expresaban en un comunicado enviado a la prensa en junio de 1958. «Crear una cooperativa de segundo grado que realice las funciones de una cooperativa central, para la práctica de un eficiente “clearing” cooperativo entre las distintas plazas del país, centralizando informes y disponibilidades financieras de las cooperativas adheridas para colocar tales excedentes en las cooperativas zonales cuyas exigencias financieras así lo exijan», aseguraba la circular de la comisión sobre el incipiente IMFC. El discurso de apertura de la Conferencia Preparatoria del congreso fue pronunciado por el presidente de la comisión organizadora, Moisés Scheinfeld, y sentó la posición global del grupo convocante al definir a la política crediticia como la «palanca motora de la economía de las naciones». Fue en ese marco que Scheinfeld propuso la formación de una cooperativa de segundo grado que integrara a todas las cooperativas de crédito existentes y contribuyera a su creación allí donde no las hubiere. «Deberá distribuirse, no en función de la utilidad que rinde al que lo otorga ni a lo que personalmente pretende, sino a lo que económicamente conviene», explicaba el dirigente sobre la distribución equitativa y solidaria del crédito que implementaría el IMFC para fortalecer al movimiento.
Hacia la integración
Luego de las instancias preparatorias del congreso y tras algunos debates que explicitaron la posición disidente de algunas entidades cooperativas agrarias y de sectores de la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito, el Congreso Argentino de Cooperativas tuvo lugar en Rosario. Allí, según el Acta de la Asamblea Constitutiva, cerca de 50 cooperativas entre entidades de crédito y de otras ramas rubricaron su compromiso para la puesta en marcha del IMFC. Asimismo, el pronunciamiento de la Comisión de Resoluciones del Congreso definía algunas posiciones generales del sector y de lo que, más tarde, fue la entidad de segundo grado que marcó el crecimiento nacional del cooperativismo de crédito. Entre los diversos postulados, se definía a las cooperativas «como contraposición a las grandes concentraciones de capital» y al accionar de estas entidades como «piedra angular de la economía del país».
Finalmente, los congresistas decidieron la creación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, iniciativa cuyo objeto principal fue «centralizar, compensar y encauzar el movimiento emergente de las operaciones realizadas por las cooperativas asociadas, inspiradas en los nobles postulados de la cooperación (…) contribuyendo en todo sentido al progreso económico y social de las más vastas regiones del país», según expresaba el artículo 3 del Estatuto del organismo.
Inicio de operaciones
En marzo de 1959, el Consejo de Administración del Instituto decidió comenzar a operar mientras tramitaba la personería jurídica. En el mes de junio dio inició a las operaciones de canje recíproco y, a fines del primer ejercicio, involucraba ya a 257 cooperativas de las casi 50 iniciales. El equipo de funcionarios para poner en marcha la nueva entidad surgió de los empleados bancarios cesanteados durante las huelgas de 1958 y 1959. De este grupo provinieron también algunos de los gerentes de las primeras cajas de crédito que se fundaron como consecuencia del nuevo escenario abierto por la creación del IMFC. Entre las decenas de bancarios despedidos que se incorporaron al movimiento cooperativo como funcionarios y empleados del IMFC o de las cajas de crédito que se estaban creando, se puede mencionar a Floreal Gorini, Jacobo Amar, Rogelio Canosa, Juan Fernández y Mario Argüero.
Los resultados fueron muy satisfactorios. En 1958 existían en la Argentina 197 cooperativas de crédito y cajas de crédito cooperativas, de las cuales 124 operaban en el ámbito del Gran Buenos Aires. La mayor parte de ellas tenían un funcionamiento cuasi mutual. 7 años después, con el IMFC en funcionamiento, se expandían por el país 974 entidades cooperativas de crédito que operaban en más de 300 localidades de 17 provincias y manejaban entre el 9% y el 11% del total de los depósitos del sistema financiero. El IMFC concretaba así su objetivo fundacional de crecimiento del cooperativismo en el país.
—Maximiliano Senkiw
Ciclo televisivo «Ronda de niños»
En octubre de 1971 comienza a transmitirse, con el auspicio del IMFC, un certamen de preguntas y respuestas por Canal 5 de Rosario en el que participaban alumnos del ciclo primario de establecimientos vinculados con cajas de crédito de Santa Fe. El objetivo era difundir masivamente los principios cooperativos.