El sector vio reducidas sus ventas en igual cuantía que la suba registrada en las importaciones. Como resultado, el año pasado se registraron 12.500 trabajadores despedidos y cesanteados. El e-commerce como apuesta para subsistir.
28 de diciembre de 2016
Deterioro. Frente a la caída de la demanda, 30% anual, y el ingreso de importados. (Horacio Paone)
La política de protección a los sectores sensibles durante más de diez años les permitió a estos rubros demorar el impacto de las medidas de apertura comercial y descuido del mercado interno que signaron el primer año del gobierno de Cambiemos. El sector del calzado fue uno de los últimos en registrar el deterioro frente a la caída de la demanda y el ingreso de importados, pero ya le llegó el tiempo de la crisis. Como sucede con otras manufacturas, la caída en las ventas coincide en porcentaje con el incremento del ingreso de importados, lo que impacta de inmediato en el empleo. De acuerdo con el último informe de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), la reducción de las ventas en 2016 fue del 30%, mientras que el incremento del calzado importado ascendió al 31,8%. La apertura comercial derivó en que muchos países con saldos exportables aprovecharan para colocar sus excedentes en la Argentina a precios inferiores a los costos locales. A esto se le suman las compras de particulares en el exterior. «Un factor que viene restando ventas en el mercado interno, son los viajes hormiga que hacen muchos argentinos a países vecinos como Brasil, Paraguay y Chile a realizar compras aprovechando los precios más convenientes especialmente en ropa, calzados, blanquería, y artículos electrónicos. Lo mismo sucede con los tours a Miami. Ese efecto se notó fuerte el último fin de semana largo de noviembre», explicaron desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En calzado, las cantidades vendidas volvieron a caer en noviembre último un 7,5% anual y acumulan una baja promedio de 6,1% mensual en el año. «Si bien sobre fin de mes se comenzó a mover el calzado de estación, que es más económico, frente al año pasado las cifras son muy inferiores», agregan desde CAME.
Esto derivó en el cierre de varias empresas y en la consecuente pérdida de puestos de trabajo. Agustín Amicone, secretario general del Sindicato Único del Calzado (SUC) alertó sobre los recientes cierres de empresas como Herzo, una empresa con 30 años de continuidad, que se dedicaba a la fabricación de accesorios Puma, lo que dejó a más de 4.000 familias sin trabajo. «Entre los motivos de los despidos, están el aumento de las importaciones, y lo más grave aún es la caída del consumo que alcanzó un 30% en el año. Esto pulverizó el poder de compra de los argentinos», explicó.
Según cifras de la CIC, ya se suman 9.000 despidos y 3.500 cesanteados. «No había demasiados despidos y suspensiones hasta el momento. Sin embargo, ya en el último informe de setiembre, pero sobre todo en octubre y noviembre, se sucedieron 1.848 despidos en Wyler’s, Maincal en Rosario y Córdoba, entre otros», señala el relevamiento realizado por el Centro de Economía Política para la Argentina (CEPA). «En estos meses el 80% de los despidos se ha concentrado en cuatro actividades: textil, electrónica y electrodomésticos, calzado y metalúrgico», agrega.
Negocios a distancia
Para intentar amortiguar la caída en las ventas desde el sector reclaman que se extiendan los beneficios que se aplican para la compra en el exterior para la importación. Según un estudio de Mercado Libre Moda, el calzado representa el 18% de las ventas del e-commerce. Zapatos y sandalias ocupan el primero y el segundo puesto entre los productos más vendidos en la Argentina, Brasil y México. El top 5 se completa con carteras, remeras y abrigos. Este es un indicador de un mercado potencial, pero que cada vez más se nutre de importados, como las zapatillas que crecieron en ventas en 2016 un 195% respecto de 2015. En zapatos la mejora por ese canal fue de un 165%.
El desafío que enfrenta el sector, ante la flexibilización del comercio exterior y el deterioro del mercado interno, es aprovechar canales online mientras aguardan por medidas que les permitan subsistir.