De cara al futuro

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Con el fin de actualizar las normativas para cooperativas y mutuales, promover la integración y apuntalar el crecimiento del sector, se elaboró el proyecto de Ley Federal de la Economía Solidaria, que fue presentado en el Palacio Pizzurno.

 

Apoyo estatal. Caballero, Kirchner y Griffin encabezaron el acto en el Ministerio de Educación. El proyecto se debatirá en foros. (Horacio Paone)

La Sala Alfredo Bravo del Palacio Sarmiento –más conocido como Palacio Pizzurno, donde funciona el Ministerio de Educación de la Nación– fue el escenario de la presentación del proyecto de Ley Federal de Economía Solidaria, un cuerpo normativo que se debatirá en foros durante el transcurso de este año y que se propone modificar las reglamentaciones para el sector que rigen en la actualidad,  con el fin de actualizar e integrar a los actores de la economía social. Del acto –en el que estuvieron presentes el diputado Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop; el diputado y director del CCC Floreal Gorini, Juan Carlos Junio; y Edgardo Form, legislador porteño y gerente general del Instituto Movilizador– participaron la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Aldo Caballero; y el presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Patricio Griffin. Al finalizar el encuentro, Form señaló: «Este es el momento para que la sociedad y el movimiento cooperativo se apropien del contenido de este proyecto, se transforme finalmente en una ley federal y sea el marco jurídico y normativo y la base programática para lograr el desarrollo del sector».
El anteproyecto plantea actualizar las normativas vigentes para el sector de la economía solidaria (las leyes N° 20.321, de asociaciones mutuales, y N° 20.337, de cooperativas), para que luego se discuta en foros. El mismo contemplará a los sectores de trabajo, vivienda, educación y salud, entre otros. Por otra parte, se tendrán en cuenta aspectos como la integración económica y la representación sindical, la presencia y el control del Estado y la integración regional. El anteproyecto es resultado de la Primera Convocatoria de Proyectos de Investigación y Constitución de Redes Universitarias sobre Cooperativismo y Economía Solidaria. Todas las universidades nacionales presentaron proyectos focalizados en la producción de conocimiento aplicado a la solución de problemas propios de entidades de la economía social. Asimismo, se volcaron las inquietudes y problemáticas planteadas a lo largo de los años en congresos y encuentros de los diferentes sectores que integran la economía social.
En el inicio del acto, tomó la palabra  Caballero, quien destacó que «es la primera vez que desde el Estado Nacional se está promoviendo con políticas activas, con políticas públicas, una vinculación real y concreta entre el sector de la economía social, el cooperativismo, el mutualismo y las universidades». El secretario señaló que este tipo de iniciativas responden a la idea de una universidad «al servicio del pueblo». Esta articulación entre universidades y cooperativas se materializó cuando los representantes de las universidades de Villa María, Tres de Febrero, Quilmes, General Sarmiento, Cuyo y Buenos Aires firmaron actas de compromiso con Caballero para llevar adelante los proyectos elaborados.
A su turno, Patricio Griffin, principal impulsor de la iniciativa, recordó sus primeros años al frente del INAES y señaló que aún hoy se estudia en el mundo la recuperación de la Argentina luego de 2001. Al respecto, aseguró que no fue casual que «experiencias solidarias, experiencias cooperativas pre-institucionales como la olla popular, como los comedores, el trueque, fueran un soporte que permitió hacer un trabajo de salida de la crisis». Griffin también subrayó que cada uno de los movimientos populares que tuvo Argentina se vinculó estrechamente con el cooperativismo: «Se dio en Argentina y probablemente más que en ningún lado, una expresión sincrética de las ideologías, que fue precisamente la economía solidaria». El presidente del INAES también aclaró que lo más importante de la identidad cooperativa no es «la no existencia del lucro», sino que lo determinante es «que su voluntad es democrática, que no depende del capital sino que depende de cada voto, porque cada persona decide colectivamente el destino de esa entidad».
Sobre el anteproyecto, Griffin explicó que el objetivo es plantearlo como «una fórmula de nueva articulación de la sociedad»: «Por eso pedimos un proyecto-programa, pedimos acompañar cada uno de los procesos de avance de la participación de la sociedad en la economía para convertirnos en una herramienta de viabilidad no solo para un proyecto nacional sino para un proyecto en el que está comprometida toda Latinoamérica –expresó–. Nos proponemos conseguir que la economía solidaria, esta forma de crear y distribuir riqueza, de gerenciar y de administrar,  sea componente diario de la vida, de la política, de las decisiones y de las convicciones de cada uno de nuestros grandes proyectos».
Alicia Kirchner, por su parte, destacó que «la economía solidaria argentina está marcando un rumbo en América Latina». Y agregó: «Yo creo en las construcciones colectivas, y confío plenamente en este movimiento. Cuando hay organización, todo se hace posible». Entre los funcionarios presentes en el acto también estuvieron la subsecretaria de Fortalecimiento Institucional, Emilce Moler; el coordinador del Consejo Federal y Regionales del INAES, Andrés La Blunda; y el presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella.

Emilia Erbetta

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