22 de julio de 2015
El Gobierno aumentó los montos máximos de facturación para que las firmas permanezcan en la categoría y puedan acceder a beneficios fiscales y crediticios.
Nueva escala. La Secretaría que regula el sector elevó casi el 60% los montos anuales. (Jorge Aloy)
Para evitar que queden fuera de la categoría de pequeña y mediana empresa y no puedan acceder a los planes oficiales de facilidades crediticias, el Gobierno actualizó la escala de facturación máxima para mantenerse en este espectro. La Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional de la Nación (SEPYME) elevó casi 60% los montos máximos de ingreso anual de estas firmas según el tipo de actividad –agropecuaria, industrial y minera, comercial, de servicios y la construcción–. El pedido para elevar los volúmenes de facturación anual había sido formulado por distintas cámaras del sector, aunque la divergencia sobre qué monto se toma para considerarla en la categoría sigue generando controversias que se resuelven en al ámbito judicial.
Para ser consideradas pymes, las empresas deben registrar una facturación determinada. Debido al aumento de los costos de producción, muchas empresas elevaron su facturación y corrieron el riesgo de quedar excluidas. Pertenecer a esta escala permite a las empresas obtener beneficios en términos de tasas de interés a la hora de gestionar y obtener créditos productivos en el sector financiero –como la Línea de Crédito a la Inversión Productiva–, y sin una actualización se corría peligro de que algunas quedaran alcanzadas por la Ley de Abastecimiento
–que controla la facturación de grandes corporaciones–; o que no pudieran acceder al beneficio de una garantía, comercial o financiera, otorgada por una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), y que en los programas de Compre al Sector Público, no pudieran ofertar con un diferencial para mantener la reducción de las contribuciones patronales.
La última actualización de los montos fue en abril de 2013. El nuevo incremento se fijó en base al Índice de Precios Mayoristas que elabora mes a mes el INDEC. Según la resolución de este año, para ser consideradas pyme, las empresas no deben superar una facturación de 82 millones de pesos para la actividad agropecuaria. Con la anterior, llegaba a 54 millones, lo que implicó un incremento de 51,9%. Para la industria y la minería aumentó un 47,5% al pasar de los 183 millones de pesos de facturación anual a 270 millones. La de comercio pasó de 250 millones a 343, con un aumento de 37,2%; la de servicios pasó de 53 a 91 millones, con un aumento de 44,4%; mientras que la construcción se ubicó en 134 millones de pesos, un 59,5% por encima del tope anterior, 84 millones.
La divergencia sobre qué monto de facturación se toma para ser considerada o no pyme sigue bajo disputa judicial. El tema surge de una ley de 2001 (y su reglamentación, el decreto 814/01) que estableció que las pequeñas y medianas empresas de los sectores comercio y servicios tienen que pagar una alícuota reducida (17% frente al 21% del resto) en las contribuciones patronales. Sin embargo, las empresas toman otro monto como límite: el de la SEPYME, que con la nueva actualización llega a 343 millones de pesos.
—Cristian Carillo
