25 de septiembre de 2014
No es inusual que, cada tanto, personajes con visibilidad en los medios apelen a discursos de mano dura para dar respuesta a la problemática de la seguridad ciudadana. Recientemente, el actor Ivo Cutzarida, galán de telenovelas durante los 90 y regresado al país desde Miami en 2010, llevó su prédica de tolerancia cero a la pantalla chica al pronunciar frases como «Corta la bocha. Si te vas a dedicar a laburar de “chumbo”, vas a terminar muerto o preso, no va a haber una tercera alternativa». Sus dichos motivaron que programas de diversos géneros lo convocaran para ofrecer su «receta» a fin de combatir la denominada inseguridad, seducidos por la verba inflamada de Cutzarida y, sobre todo, por la capacidad del actor de revelarse como una figura rendidora en las mediciones de rating. Lejos de promoverse un debate legítimo sobre la problemática, el episodio testimonia –una vez más– la frivolidad con que se tratan estos temas en los medios y el reduccionismo de pensamiento sobre asuntos complejos en la voz de quienes se reconocen como genuinos representantes de la «gente».
