Opinión

Zaida Chmaruk

Directora del INAES

Una cuidadora cuidada cuida mejor

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En nuestro país, a través de la historia, se ha construido un relato que identifica a las organizaciones de la economía social (las cooperativas y las mutuales), como experiencias destinadas exclusivamente a resolver problemas extremos, mientras el resto de las esferas de la organización económica resuelven sus crisis.
El cooperativismo está en las antípodas de este pensamiento. Somos parte de un movimiento nacional, regional y mundial que plantea un sistema alternativo. Construimos el cooperativismo, nos anclamos en sus principios, porque creemos que los seres humanos, su desarrollo y participación, en vinculación entre sí y con el medio ambiente, deben estar en el centro de las decisiones. 
En lo que hace específicamente a las cooperativas de cuidado, en materia de legislación, debemos participar para aportar la mirada en lo que hace a la temática en sí misma, pero también debemos dar una doble pelea: debemos exigir que nuestras organizaciones sean contempladas en la legislación. Como menciona Gustavo Sosa, coordinador general de la Incubadora de Cooperativas y Mutuales de Cuidados (INAES), primero es necesario pelear por la ley para los trabajadores y las trabajadoras de cuidado, luego por su reglamentación y, seguidamente, por los campos del formulario. Sin embargo, debemos aspirar a salir de la defensiva permanente, ya que esto nos genera un gran desgaste.
Es muy habitual que cuando las cuidadoras trabajan de forma autónoma, en su tarea cotidiana, sean llevadas a realizar actividades que no les corresponden. Son cuidadoras, cocineras, limpiadoras, las que reciben el correo, las que hacen las compras. Incluso, en ocasiones, deben afrontar situaciones de maltrato por parte de familiares de personas asistidas.
Ante esta realidad, la forma de organización cooperativa da respuesta. Aporta a las tareas de cuidado con derechos y mejores condiciones para las trabajadoras. La organización, estructura legal y administrativa de la forma cooperativa cuida a las que cuidan, aquello que no hace el mercado ni, lamentablemente, el Estado. Somos las cooperativas quienes estamos dando una respuesta concreta, real, todos los días, a la pregunta sobre cómo se cuida a las cuidadoras, sobre cómo se organiza un servicio mejor, más humano. Y una cuidadora cuidada cuida mejor, sin dudas.
Al inicio de la actual gestión en INAES, en 2020, el presidente del Instituto era Mario Cafiero. Quiero resaltar su figura y la visión que tuvo en aquel entonces respecto de la importancia de fortalecer al cooperativismo de cuidados. Luego la pandemia impuso, de un momento a otro, nuevas problemáticas que requirieron nuestra intervención.
En aquel tiempo comenzó a nacer una gran cantidad de cooperativas. En el Mapeo de Cooperativas y Mutuales de Cuidado que realizamos desde la Incubadora (disponible en www.incubacuidados.com.ar) se encontró que la mayor parte de las organizaciones lograron su matrícula en los últimos tiempos. Se observa un crecimiento que se profundiza desde 2019 y alcanza su pico en 2021. Más del 60% de las cooperativas relevadas allí nacieron entre 2017 y 2021.
Desde INAES comenzamos con la actual gestión facilitando los trámites. Las organizaciones obtenían las matrículas de manera más ágil, pero era necesario salir a trabajar, organizarse, fortalecer a sus cooperativas, armar planes de trabajo, definir cómo se cobra, qué se cobra, cómo hacer los cálculos. 
De allí surgió la idea de creación de la Incubadora, que ha sido muy exitosa. En su Directorio se encuentran representadas las cooperativas y también universidades con fuerte vinculación con el territorio, que vienen trabajando y pensando estos temas con las organizaciones y espacios de decisión en el Estado. El objetivo es lograr contar con políticas públicas que fortalezcan el trabajo desde los principios fundamentales del cooperativismo.
Resulta fundamental que la economía social se fortalezca desde adentro. Si bien es clara la necesidad de que el PAMI, la Superintendencia de Servicios de Salud, las obras sociales y las prepagas incorporen a las cooperativas de cuidado en sus servicios, también resulta fundamental, y antes aún que aquello, que desde las organizaciones de la propia economía social se aporte a fortalecer a las experiencias de cuidado. Es necesario «empezar por casa». Hay mucho por avanzar desde la salud cooperativa y la salud mutual para incorporar a los cuidados como un servicio que las mutuales brinden a las personas asociadas. 
Lo vivido en el Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Cuidado es muy importante. Uno de nuestros principios es la integración entre cooperativas, y es lo que profundizamos en estas jornadas. No trabajamos solo para el movimiento, sino que buscamos también aportar a construir una sociedad mejor, más amigable, más sensible. Es posible trabajar sin patrón o patrona, de manera autogestionada. Y trabajar de este modo, nos puede mejorar la vida.

Foto: Shutterstock

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