26 de agosto de 2015
«El ridículo sería hacer algo de lo que no tengo conciencia de que voy a hacer el ridículo. Un director de cine siempre está expuesto a eso, pero hay que saber cuándo y cómo se corre el riesgo. Yo no soy políticamente correcto. Tanto, que cuando hice Torrente 4 pensé que me iban a echar del país. Y, mira, ya voy por la 5.»