25 de junio de 2023
A modo de balance de la coyuntura laboral, resulta muy apreciado el informe elaborado por el Observatorio de Condiciones de Trabajo, dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), que refleja un proceso virtuoso en la gestión de gobierno 2019-2023.
Cobra más valor si se analiza que se logró una defensa del trabajo a pesar de las duras circunstancias sufridas por nuestro país debido a los efectos de la pandemia, las consecuencias de la histórica sequía y los impactos de la pesada herencia recibida del Gobierno anterior, fundamentalmente por la carga de los compromisos de la deuda externa.
En primer lugar, debe destacarse, de acuerdo a los datos comparativos del INDEC para el periodo analizado, que se observa un importante aumento en los niveles de empleo (+1,6% ) y un continuo descenso de la desocupación (-2,6%), los que también se corroboran en el ámbito de empleo cooperativo y de la economía social.
Se mantiene la tendencia a la disminución de la subocupación (-3,2%) a la vez que se incrementa la sobreocupación. Al verificarse incremento en la ocupación, va creciendo el trabajo asalariado (+1%), que ya supera el nivel prepandémico, mientras disminuye en menor medida el cuentapropismo (-0,4%).
Asimismo, si bien ha evolucionado positivamente en forma neta el trabajo registrado, continúan incrementándose los niveles de precarización laboral entre los trabajadores en relación de dependencia como producto de modos de flexibilización laboral de hecho en algunos rubros, especialmente de servicios y en los segmentos etarios más jóvenes, es decir de primer empleo.
Resulta trascendente que el Observatorio verifica una importante reducción del poder adquisitivo del ingreso, basado en la inercia de las pérdidas ocurridas durante la gestión macrista, que se acentuaron a partir del periodo de mayor inflación registrado entre 2022 y 2023. Es decir, también revela una sostenida perdida de participación de los trabajadores en la distribución de la riqueza generada.
Un capítulo importante, destacable para nuestro sector de la economía social, es la participación activa y creciente del empleo cooperativo en el periodo analizado. Comparando con 2016-2019 se verificó un salto cuantitativo formidable con mas de 19.000 cooperativas registradas y una generación de empleo directo e indirecto de alrededor de 400.000 puestos de trabajo productivo.
Sin dudas, este último dato es una señal ineludible a tener en cuenta a la hora de conformar propuestas para un programa de gobierno de cara a los desafíos económicos, sociales y políticos que se presentan en nuestro país.
Indicadores. La desocupación está en descenso mientras se incrementa el trabajo registrado y también la precarización laboral.
Foto: NA