16 de agosto de 2023
A partir del día posterior a las PASO desde el Gobierno se comenzaron a implementar una serie de acciones económicas que hasta el momento se encuentran en desarrollo.
Ministerio. Un conjunto de iniciativas económicas, cambiarias y financieras se pusieron en marcha tras las primarias del 13 de agosto.
Foto: NA
La más importante de las medidas fue el aumento del tipo de cambio oficial a 350 pesos (también llamado dólar mayorista), lo que implicó una suba, respecto a la cotización del viernes, del 21,8%, con el propósito de mantener fija esta cotización por 90 días. Esta decisión significa que tanto los exportadores como los importadores podrán acceder al mercado de cambios oficial para realizar sus transacciones a este tipo de cambio. Lógicamente, el Programa de Incentivo Exportador, que establecía un dólar diferencial de 340 pesos para el maíz y varios productos de las economías regionales, dejó de tener vigencia. Cabe señalar que en los tres días posteriores a las elecciones, el Banco Central (BCRA) tuvo un saldo positivo en el mercado de cambios de 463 millones de dólares, divisas que van a engrosar las Reservas Internacionales.
Este salto en el tipo de cambio generó en los primeros días algunos desajustes y desabastecimientos en las cadenas de producción, aumentos de precios y varias maniobras especulativas por parte de grandes empresas, así como en los valores de los dólares financieros.
Respecto a los precios, el Gobierno está armando una nueva estructura que permita cierta contención de los aumentos. Se creó la Unidad de Renegociación de Precios, para trabajar con sectores empresarios con el objeto de renovar los acuerdos de precios (sobre la base del programa Precios Justos), con una pauta de aumentos del 5% mensual durante los próximos 90 días. Como contrapartida, los empresarios que adhieran gozarían de medidas de alivio fiscal que alcanzarían a reducciones de impuestos, mecanismos de financiamiento para la compra de insumos importados, y otros. La decisión de mantener fijo el tipo de cambio oficial, más los beneficios fiscales, enmarcan estas negociaciones.
También se modificó la tasa de política monetaria, y en el mismo nivel se colocó la tasa mínima para los plazos fijos de personas humanas con montos inferiores a los 30 millones de pesos, que pasó al 118% anual, con un rendimiento mensual del 9,7%. El BCRA también subió y mantuvo subsidiada la tasa para las financiaciones de proyectos de inversión al 97%, y para capital de trabajo al 118%. La idea es, según la autoridad monetaria, «propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local».
En el caso de los dólares financieros, los llamados dólar MEP y Contado con liqui, en los primeros tres días luego del salto cambiario, sus cotizaciones han mantenido la brecha con el dólar oficial en los niveles inmediatamente anteriores a las elecciones: una evolución que puede considerarse lógica. Respecto al dólar ilegal, el mismo siempre ha respondido a la especulación, incluso no hay una verdadera cotización (por su propia ilegalidad) y los valores que se publican no tienen formalidad alguna. No obstante, es un dato importante en la creación de expectativas y en la fijación de precios.
Lo expuesto es un breve resumen de una batería de normas que se está desplegando aún. A partir de una nueva situación, las variables económicas se están acomodando, en un entorno no exento de inquietudes y elevada especulación. Se comenta que se está avanzando en diseñar normas que refuercen los ingresos de la población, en especial para los sectores más vulnerables: sin duda una medida muy necesaria.