28 de agosto de 2014
«Quería ser perfecta y hoy pago mi error», leí el otro día en la tapa de una revista de espectáculos que la actriz-vedette Silvina Luna decía sobre las operaciones a las que se sometió para modificar su cuerpo y que le están trayendo severos problemas de salud debido a los productos químicos usados para realzar pechos y glúteos. Veo a esta chica –y a muchas otras– y me pregunto en qué estarían pensando. La mayoría de nosotras tiene como características la pancita, que los pechos decaigan con el tiempo y con la lactancia, incluso la celulitis es algo totalmente normal. ¿Qué será ser «perfecta»?
Fabiana Kaminsky
Ciudad de Buenos Aires