27 de mayo de 2015
«Tengo la sensación de que las obras se asientan en un tiempo relativamente corto. No hacen falta tres años; es más, tres años es peligroso para una obra. Cuando la obra empieza a correr y correr, uno está despreocupado de los aspectos más técnicos, uno se apropia y ya circula lo que es la propuesta y se plasma.»