3 de septiembre de 2022
En todo el país. Desde Plaza de Mayo hasta ciudades y plazas de distintas provincias, una multitud repudió la violencia.
Foto: NA
Todavía estamos todos sorprendidos y conmovidos por un hecho que, por lo menos, marca un límite y generó una gran reacción. Porque efectivamente pone en evidencia que toda esta escalada que hemos señalado infinidad de veces, de odios, de mensajes negativos de distinto tipo, de todo lo que pasó en el alegato del fiscal del juicio por la causa Vialidad, configuró un clima que es el caldo propicio para que pasen estas cosas.
A esta altura nadie sabe cuál es el alcance del atentado contra la vicepresidenta, su dimensión, si se trata de un agresor suelto o de una estrategia de otro carácter. Pero más allá de eso, es sin duda producto de un clima que se ha venido enrareciendo. Y que está reflejado en los hechos y situaciones que se sucedieron en la puerta de la casa de Cristina durante estos días: la acción de la Policía de la Ciudad, las vallas, el sitio que se planteó en torno de la vicepresidenta. Se llegó incluso a obstaculizar el ingreso de su propio hijo, al margen de que se trata también de una figura política pública, lo cual dejó absolutamente en evidencia que se había generado una situación de bloqueo inadmisible.
Este es un momento de reflexión para los ciudadanos y las ciudadanas. Pero también para quienes tenemos representaciones institucionales, ya sea en los poderes públicos, en los movimientos sociales, sindicales, etcétera. Estamos ante una situación límite que nos tiene que hacer reflexionar a todos y todas, en el sentido de rechazar unánimemente este tipo de episodios. Entender que no es esa la manera en que se dirimen las diferencias.
Hay visiones distintas sobre el modelo del país, de sociedad, hasta de mundo en el que aspiramos a vivir. Pero no es por medio de la violencia ni por estos métodos que las cosas se pueden resolver.
Para el sábado 3 de septiembre está convocada una sesión especial de la Cámara de Diputados, que integro, además de ser uno de los firmantes de la convocatoria. Esperamos que no concurra solo el oficialismo, sino el conjunto de las y los legisladores. Y que esa sesión especial cumpla lo que se plantea en la convocatoria: una reafirmación de la convicción democrática, de la tolerancia, el diálogo y la convivencia como forma de fortalecer esa democracia.
La asistencia a la Cámara será en sí misma una cuestión determinante. Hasta ahora hemos visto que no todo el mundo ha repudiado lo sucedido. Hay silencios llamativos y búsquedas de evasivas tratando de poner la discusión en otro lado, sobre si la custodia funcionó eficientemente o no, tratando de revertir el eje de la cuestión.
Vemos también una movilización creciente, que comenzó hace ya más de diez días y ha ido tomando cuerpo. El ataque a Cristina fue un punto de inflexión: la multitud movilizada es infinitamente superior a la de los últimos días. Hoy realmente está el pueblo en la calle. Porque no se trata solo de lo que ocurrió en la Plaza de Mayo. Se han visto concurrencias masivas en plazas y ciudades de la mayoría de las provincias. Manifestaciones amplísimas que hace mucho tiempo que no se ven. Si se pudiera hacer la sumatoria de todas las movilizaciones estaríamos frente a un acontecimiento que habría que ir bastante atrás en el tiempo para encontrar algún antecedente similar.