Opinión

Martín Becerra (@aracalacana)

Doctor en Ciencias de la Información

De espaldas a las noticias

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En los últimos seis años la población argentina encuestada en el estudio global Digital News Report ha perdido su confianza en las noticias y el 50% prefiere eludir el contacto con ellas. En 2017, la medición anual del Instituto Reuters, de la Universidad de Oxford, registró que el 39% de las personas relevadas en el país confiaba en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo, mientras que en este 2023 ese segmento se derrumbó al 30%.
Si bien el contexto social, económico y cultural corroe la credibilidad de los medios de comunicación en todo el mundo (parte importante de la responsabilidad es de las propias empresas periodísticas), la tendencia en la Argentina es excepcional. Cuesta desacoplar estos resultados locales del trabajo, que abarca 46 países de seis continentes, de la alta polarización y la neta inclinación partidaria de la mayoría de los medios comerciales grandes, así como de muchos de los animadores de su programación diaria, cuyo posicionamiento faccioso dificulta la clasificación como contenidos periodísticos.
A nivel global, el estudio basado en encuestas online revela que la confianza se redujo en dos puntos porcentuales respecto del último año. Pero, en relación a 2022, la situación en la Argentina cayó cinco puntos. Cuatro de cada diez personas de la muestra general (40%) dicen que confían en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo; en la Argentina el deterioro es más alto: solo el 30% declara confiar en las noticias.

Proporción de encuestados que dicen confiar en las noticias la mayor parte del tiempo por país, 2023

La constante baja en la confianza impacta también en el interés de la sociedad en la información producida por los medios de comunicación. En la Argentina, el interés en las noticias decayó abruptamente, según la encuesta. En 2017, el 77% decía cultivar «mucho o extremo» interés en ellas. En 2023, solo el 43% respondió por la afirmativa a la misma consigna. Solo en España la caída fue tan pronunciada (ver gráfico 2). El 46% de los encuestados argentinos expresa que habitualmente elude contacto con las noticias, siendo, también, uno de los países más reactivos de todos los relevados en el trabajo.
El uso/consumo de medios tradicionales, como la televisión y la prensa, continúa decayendo en la mayoría de los países, pero esta caída no es cubierta completamente por el aumento del acceso a noticias online: el estudio marca que el interés público por las noticias en entornos digitales disminuye. En 2023 menos de la mitad de los encuestados manifiesta mucho interés en las noticias, cuando en 2017 el porcentaje era del 63%. Como complemento, el 36% dice que evita consultar contenidos informativos.
Como reza la letra del tango «Cuesta abajo», la credibilidad mediática arrastra «la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser» por parte de organizaciones que sueñan con el pasado, al que añoran, pero el tiempo viejo del interés social en sus contenidos parece no tener retorno.

Proporción de encuestados que dice tener «extremo o mucho» interés en las noticias en países seleccionados, 2017 y 2023

El codiciado paraíso digital para las noticias al que los dueños de medios, periodistas y académicos dedican tantos congresos y charlas anuales es, por ahora, una quimera. Según el Informe, todos los soportes de acceso a noticias experimentan una merma significativa, comenzando por la marcada decadencia de la prensa gráfica tradicional y, en menor medida, de la televisión, pero la tendencia también abarca a medios online y a las redes sociodigitales. Con todo, el interés por formatos de video en plataformas como YouTube (Google) o TikTok (ByteDane) es importante. Según el estudio, además, el 33% de los encuestados en la Argentina escucharon un podcast el último mes, lo que es pauta de la migración de audiencias en curso en los últimos años. Muchos de estos resultados son consistentes con la edición preliminar de la Encuesta Nacional de Consumos Culturales que difundió recientemente el Ministerio de Cultura de la Nación.

Según la encuesta del Reuters Institute, los medios tradicionales más masivos en la Argentina son TN (Grupo Clarín), Telefé (Paramount), Canal 13 (Grupo Clarín), C5N (Indalo Media), A24 (Grupo América), Clarín (Grupo Clarín), Crónica TV (Grupo Olmos), TV Pública (Estado Nacional), La Nación (Grupo La Nación) y América TV (Grupo América).
En tanto, en medios digitales, los más nombrados son Infobae (Grupo Hadad), TN (Grupo Clarín), Clarín (Grupo Clarín), La Nación (Grupo La Nación), A24 (Grupo América), TV Pública (Estado Nacional), Minuto Uno (Grupo Indalo), Olé (Grupo Clarín), Página/12 (Grupo Octubre) y CNN (CNN y socios argentinos).
Como se ve, los más masivos –según la encuesta– son todos medios integrantes de conglomerados vinculados a otras áreas económicas, radicados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con contenidos mayormente referidos a la ciudad capital y guiados por lógica comercial de funcionamiento, con la excepción del canal de tv estatal (TV Pública). La mayoría de las empresas citadas son, además, propiedad de capitales nacionales. Los analistas del capítulo argentino del Informe, Eugenia Mitchelstein y Pablo Boczkowski, escribieron que los medios tienden «a reflejar la polarización del país, y la propiedad de estos medios se concentra en manos de organizaciones con relaciones políticas de larga data». En efecto, la línea editorial explícitamente alineada con fuerzas político-partidarias es un rasgo común a casi todos los medios de comunicación citados.
Las características del sistema de medios local y la desconfianza que ha provocado en sus destinatarios se combinan en un escenario internacional que el estudio del Reuters Institute pinta problemático. En plena revolución digital, menos de un tercio del total general considera que las noticias filtradas por los algoritmos impuestos por las big tech (en base a la huella digital de los usuarios) son una buena manera de acceder a la información.
Sobre la influencia de las grandes plataformas en el acceso a las noticias, el Informe (cofinanciado por Google y otras organizaciones con y sin fines de lucro) sostiene que la dominancia de Google y Meta, que llegó a representar casi la mitad del tráfico a sitios periodísticos, es ligeramente «menos concentrada» en muchos países, en la medida en que más plataformas de audio y video digital ganan mercados.
La importancia de las redes sociodigitales en el acceso a las noticias sigue siendo notable, aunque hay variaciones respecto de las redes más utilizadas. Así, por ejemplo, Facebook (Meta) baja como canal informativo, en tanto que otras plataformas como Instagram (Meta) o TikTok (ByteDance) crecen en masividad, y Twitter continúa estable. El servicio de mensajería de Meta, WhatsApp, también ha crecido como plataforma informativa, lo que ha motivado a la compañía a lanzar sus «canales» la semana pasada en algunos países a modo de prueba.

Redes sociodigitales más utilizadas como fuente de acceso a noticias en países seleccionados por el Reuters Institute (no está Argentina), 2014-2023

Si bien TikTok aparece en el gráfico precedente con un bajo porcentaje, es la plataforma que más crece. La usan un 44% de las personas encuestadas entre 18 y 24 años para cualquier fin y un 10% para informarse. El uso es mayor en países de Asia, África y América Latina.
El escenario trazado por el informe es percibido como señal de alarma por dueños, editores de medios y también por periodistas y colaboradores, quienes sufren la precarización de la economía del sector. Para el Reuters Institute, las restricciones que la economía impone a los gastos familiares parecen marcar un límite a los modelos de negocio por suscripción que ensayan empresas de medios en todos los países (con casos tan exitosos como originales y poco extrapolables, como el New York Times). «En una canasta de 20 países más ricos, el 17% de los encuestados pagó por noticas online», señala el estudio, pero más de un tercio de suscriptores (39%) dice que ha cancelado o renegociado sus suscripciones.
En términos metodológicos, la encuesta fue administrada online y exploró la opinión de 2014 personas en la Argentina con cuotas de edad, género y ubicación. Fue administrada entre enero y febrero de 2023. El propio informe reconoce que «las muestras online tienden a subrepresentar los hábitos de consumo de noticias de las personas mayores y menos ricas», cuyos accesos y habilidades digitales son más bajas que las de las clases media y alta. Por eso los resultados hablan más de la tendencia de la población usuaria intensiva de entornos digitales. No se trata de una muestra representativa de la sociedad toda. Aparte, las encuestas informan lo que los encuestados dicen que hacen, lo que no siempre coincide con sus prácticas efectivas. Así, dice el Reuters Institute, su utilidad radica en que refleja «la opinión pública, antes que la realidad objetiva».
No obstante estas limitaciones propias de un estudio amplio y global, los cambios que presenta en el comportamiento exhiben tendencias sociológicas y culturales que dialogan con la mutación del ecosistema de comunicaciones. Su lectura resulta indispensable para comprender la sociedad, sus necesidades, opiniones y percepciones en la actualidad.

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