13 de enero de 2015
«Fue durísimo (en el Ministerio de Seguridad), con la Policía que nos miraba pensando “qué nos están diciendo”, muy acostumbrados a manejarse solos y era muy difícil explicarles que iba a existir un control político de las fuerzas. Y que al que no le gustara, se tenía que ir. Y cuando empezamos esa depuración recién ahí se alertaron.»