26 de julio de 2023
China ha adquirido un peso relevante en el comercio internacional mundial y se ha transformado en la segunda economía del mundo. A su vez, estos roles se empiezan a ver reflejados en el sistema monetario internacional, donde el yuan ha ganado el estatus de moneda de reserva, y es activamente promovido por China para ser utilizado como divisa internacional.
Para Argentina, esto abrió una oportunidad de contar con un instrumento de financiamiento contingente: el denominado «swap chino». El primer acuerdo fue rubricado en 2011 y se mantuvo desde entonces, permitiendo fortalecer las reservas internacionales a pesar de las críticas y suspicacias levantadas sobre el mismo por sectores más preocupados por defender una agenda de política internacional que no parece la de nuestro país.
Así como alguna vez las Reservas Internacionales del Banco Central estuvieron compuestas por libras esterlinas, y posteriormente por dólares, como expresión de la hegemonía lograda por la moneda estadounidense al finalizar la Segunda Guerra Mundial, sumar yuanes a las reservas era un paso lógico, dado el peso que tiene China en el comercio exterior argentino y la complementariedad de ambas economías. El swap es una línea de financiamiento contingente y, finalmente, la contingencia llegó: la disponibilidad del instrumento está permitiendo suavizar los efectos de la catastrófica sequía que afectó la campaña agrícola argentina 2022-2023 y generó un estrangulamiento en el sector externo argentino. Al poder pagar las importaciones desde China utilizando los yuanes el impacto en la actividad económica será menor. Es la expresión de un mundo multipolar y diverso que está surgiendo y desarrollándose lentamente ante nuestros ojos y que abre interesantes perspectivas a nuestro país.
Los acuerdos impulsados ya en la época de Cristina y el último viaje con el protagonismo de Massa comienzan a visibilizarse en hechos y constituyen una solución frente al tremendo cuello de botella derivado del endeudamiento con el FMI en el que nos hundió el macrismo. Muy buen artículo!