22 de agosto de 2023

Gustavo Veiga

Luisa González, candidata del correísmo, enfrentará al poderoso empresario Daniel Noboa en un proceso electoral signado por el avance del crimen organizado. Triunfo ambientalista.

Ecuador es un ejemplo de resiliencia democrática en condiciones extremas. La primera vuelta de sus elecciones arrojó la victoria de la abogada Luisa González, ex ministra de Trabajo de Rafael Correa, de Revolución Ciudadana. La única mujer entre ocho aspirantes a la presidencia. Pasó al balotaje con el empresario Daniel Noboa, hijo de Álvaro, el hombre más rico del país y dueño de un emporio bananero. El 82,26 por ciento del padrón votó en medio de un panorama desolador. La nación ubicada en la mitad del mundo sufre estadísticas criminales pavorosas. Se conmocionó con el asesinato de uno de los candidatos, Fernando Villavicencio, y los demás debieron protegerse con chalecos antibala. Varias porciones de su territorio están dominadas por el narcotráfico. Su economía dolarizada es un corsé a su autonomía política. Pero pese a esa realidad que lo acerca al status de Estado fallido, su electorado también consolidó una mayoría ambientalista que fue la verdadera ganadora en las urnas. Con porcentajes altísimos, rechazó la extracción petrolífera y minera en dos santuarios de la biodiversidad.
Las perspectivas de una segunda vuelta se parecen demasiado a las del 2021. También como ahora, había ganado el correísmo con Andrés Arauz (hoy candidato a vice). Pero en el balotaje lo derrotó el presidente actual, Guillermo Lasso, corriendo de atrás. El banquero que está por abandonar el Gobierno porque temía su destitución por la Asamblea Nacional. La cerró y apeló al llamado mecanismo de «muerte cruzada». Perdió la posibilidad de terminar su mandato, como la Legislatura sus atributos. Por eso entre González y Noboa se elegirá el 15 de octubre al nuevo jefe de Estado por apenas un año y medio de gestión.

Lejos de la ultraderecha
Las propuestas electorales con mayor porcentaje de adhesión, pese a ser antagónicas, demostraron un hecho. Ecuador no repitió el viraje electoral en la región hacia candidatos de extrema derecha y mano dura, como sucedió en Brasil con Jair Bolsonaro o en la Argentina con Javier Milei. El presidenciable de ese perfil, Jan Topic, aunque reivindicaba su apoliticismo, quedó cuarto con su indumentaria de Rambo, viajando en helicóptero con música de la película Top Gun de 1986 y proclamándose combatiente en «Ucrania, Siria y África». Llegó detrás del tercero, el periodista Christian Zurita, quien reemplazó a Villavicencio, muerto a balazos por sicarios colombianos.
El lenguaje belicoso, estilo Nayib Bukele, que tienta a este tipo de personajes, no sedujo demasiado al electorado. González, con el 33,33%, y Noboa, con el 23,65%, estuvieron muy por encima de Zurita (16,50 %) y Topic (14,68%). Este último, que había recibido el respaldo del Partido Social Cristiano (PSC), ya convocó a sus votantes a que apoyen a Noboa en octubre. Las chances de este empresario podrían crecer en las próximas tres semanas.
Sería previsible que un porcentaje considerable de ese casi 30 por ciento reunido por Zurita y Topic drene hacia su candidatura. A los 35 años fue el presidenciable más joven en la primera vuelta. Su padre multimillonario intentó gobernar el país al menos cinco veces, pero en la última –la segunda vuelta de 2006– Correa le ganó con holgura. Sacó el 56,79% de apoyo popular y Noboa padre siguió con su exportadora bananera y conglomerado empresario que supera las cien compañías.
González, como Arauz en 2021, no tiene un camino sencillo de acá al balotaje. Deberá ampliar los márgenes de su voto como primera minoría que creció en las elecciones regionales y municipales de febrero pasado. Y tratar de que aquellos electores que se inclinaron por los candidatos de Revolución Ciudadana a la Asamblea Nacional, la respalden. Para legisladores, la fuerza que se reconoce en el expresidente exiliado en Bélgica, sacó el 39,37%, seis puntos más que González. El correísmo puede crecer si recibe más apoyo entre los jóvenes y los ambientalistas, además de organizaciones como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE).
Pero aún cuando el escenario político se le pusiera cuesta arriba, Revolución Ciudadana tendrá la primera minoría en la Asamblea de 137 miembros. Entre 53 y 54 legisladores –cinco más que en 2021–, pero lejos de conseguir la mayoría propia. La Alianza ADN de Noboa llegaría apenas a 13. El segundo lugar en las parlamentarias quedó para Construye, que llevó como candidato a Zurita y su bancada es de 27 asambleístas.
Los militarizados comicios presidenciales, con ostensible presencia de las fuerzas armadas en las escuelas, tuvieron un alto presentismo entre los 13.040.797 ecuatorianos autorizados a votar. Solo hubo problemas con los 409.250 electores del exterior y el llamado voto telemático. Se denunciaron casos en Bélgica, Italia, España, Suiza y el Reino Unido. Fueron producto de ataques cibernéticos desde la India, Bangladesh, Pakistán, Rusia, Ucrania, Indonesia y China, según reportó el Consejo Nacional Electoral.

Los otros votos
El resultado que expresó la mayor voluntad de unidad en el país se dio en las dos consultas paralelas a las presidenciales. En la más importante de orden nacional, se rechazó que continúe la extracción de petróleo en el amazónico Parque Nacional Yasuní. La campaña que logró el apoyo del 59% de los votantes a favor de proteger esa reserva clave de la biodiversidad mundial, despertó la simpatía del actor Leonardo Di Caprio y de la activista ambiental sueca Greta Thunberg.
En el otro referéndum sobre la situación del bosque en el Chocó Andino, fue más aplastante la diferencia a favor del «Sí» con poco más del 68%. El extractivismo minero en esa zona de 286.000 hectáreas de la provincia de Pichincha afectaba al que se considera el pulmón de Quito. En esta consulta solo votaron los habitantes de la capital ecuatoriana. En ambos casos, militantes ecologistas declararon que se mantendrán alertas para hacer respetar la votación. En la región, denuncian, «la minería es ilegal». 
Conflictos económicos de diverso origen complican a Ecuador, una de las tres sociedades dolarizadas de América Latina. Las restantes son El Salvador y Panamá. Pero los problemas medioambientales también se filtraron en la agenda electoral. No desplazaron al tema de la inseguridad, pero sí estuvieron a la par entre muchos votantes. Los homicidios subieron de 2021 a 2022 de 2.464 a 4.450. Y las estadísticas de este año van en progreso. Entre el 1 de enero y el 2 de julio de 2023, ya hubo otros 3.568 asesinatos.
El de Fernando Villavicencio fue el más difundido y colocó a este país de 256.370 km² –un poco más grande que el Reino Unido–, en el foco de las noticias internacionales por un puñado de días. Muchas de ellas resultaron fake news y se lanzaron contra la fuerza política del expresidente Correa. En Ecuador circulan a una velocidad pasmosa. Son capaces de ayudar a la victoria o la derrota de un candidato mientras avanza el narcotráfico.