30 de octubre de 2018
Kirguistán o «tierra de las 40 tribus», en el corazón de Asia Central, se declaró independiente en 1991, tras la caída de la Unión Soviética. Desde tiempos remotos, sus habitantes, los kirguís, originarios de Siberia, han sido nómadas recorriendo a caballo valles y montañas de la región arreando su ganado. Aún hoy, gran parte de su población lleva esta vida. En Song Kul, un lago de montaña en el centro del país y contiguo a la antigua Ruta de la Seda, se encuentran gran cantidad de kirguís habitando en yurtas, la ancestral vivienda con techo redondo, y usando el kalpak, el sombrero tradicional. Kirguistán es un país de caballos salvajes, valles y altas montañas. Pero especialmente de nómadas viviendo a orillas de lagos turquesas donde se mezclan las etnias de la región como uzbekos, kazakos o tayikos.