11 de noviembre de 2020
Otros vientos soplan en Chile. Fue una lucha larga y desigual que entre la pandemia y las maniobras del Gobierno –que reprimió brutalmente las manifestaciones callejeras y usó todo tipo de artimañas para mantener privilegios– demoró un año. Pero aquellas primeras protestas juveniles contra el aumento de 30 pesos en el transporte público del 18 octubre de 2019 alumbraron el camino hacia el fin de la Constitución pinochetista. Fue una demostración contundente de la sociedad chilena, que por abrumadora mayoría decidió que la ciudadanía será quien elija a los futuros constituyentes. No solo eso: la Constitución de la Democracia será redactada por igual cantidad de varones que de mujeres, para que la igualdad no sea solo una declaración de principios abstractos. Todavía queda mucho camino por delante, pero el empuje es irrefrenable. Se percibe en el fervor con que los chilenos celebraron este triunfo.