12 de diciembre de 2018
Hace 15 años, el profesor de tango Augusto Balizano se propuso crear un espacio donde las personas pudieran aprender y bailar tango sin tener que seguir los estereotipos propios del género. Así nació La Marshall, la primera milonga gay de Buenos Aires, que tras funcionar en distintas locaciones, fijó su sede en Yatay 961, donde funciona hoy en su edición mensual. El concepto de milonga gay, más precisamente «libre», hace referencia a un espacio donde las personas pueden elegir su pareja de baile sin distinción de sexo, como así también su rol en la danza: tanto los hombres como las mujeres pueden guiar o ser guiados. La Marshall fue un espacio pionero que abrió sus puertas a este proceso de cambio, pero en la actualidad no es el único, ya que hoy pueden verse parejas diversas bailando en las milongas más tradicionales.