11 de enero de 2019
Los «chiperos» son las personas que venden la chipa –masa a base de almidón de mandioca y queso duro–, un símbolo de cultura y tradición gastronómica de la frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil, en el área de influencia de las misiones jesuíticas españolas, antiguo dominio de los guaraníes. Al borde de las rutas o por las calles de las ciudades, sin rumbo fijo, y con un canasto de mimbre sobre la cabeza o en los brazos, los vendedores ambulantes de chipa, que envuelven su producto en telas o en papel para que no pierdan el calor, ofrecen un alimento que llena de energía y que, acompañado con una bebida caliente, se convierte en una buena ingesta. Siempre a mano, el chipero se convierte así en el «ángel» que provee el tesoro de almidón a transeúntes y conductores de vehículos.
