20 de septiembre de 2021
Bien dicen que en política se puede hacer cualquier cosa, menos evitar las consecuencias. Y al anunció de la semana pasada de un pacto entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido para sumar músculo contra China, le apareció la queja del gobierno francés. Es que el primer paso del pacto llamado AUKUS, por la sigla en inglés de los integrantes, será la venta de submarinos estadounidenses a Australia. Lo que implicó la ruptura de un contrato que venía madurando el gobierno australiano con el galo para una operación por más de 60.000 millones de dólares para la provisión de submarinos hechos en Francia. De «puñalada por la espalda» calificó esta operación el canciller francés. Ahora, Joe Biden dialogará con su par francés, Emmanuel Macron, para intentar calmar las aguas con un aliado de peso.
