Humor

Tobías, inclusive

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(Hugo Horita)

Tarde findeañera. Y en el bar, Rebequita y Tobías discuten un café.
–¿Qué preferís, Rebequita de mis albóndigas de carne vegana, polemizar unas tostadas o debatir unas medialunas?
–¿Ves cómo sos?, ¿ves cómo sos, Tobías de mis tomates irremediablemente dolarizados?
–No, Rebequita de mis cornucopias un tanto flojas de divisas, no veo cómo soy, apenas si lo oigo. La que ve cómo soy, en todo caso, puedes ser tú, o ta, o te. Yo podría ver cómo soy, o en todo caso autopercibirme en mi imagen y desarrollar una identidad de género, si estuviera frente a un espejo. Pero estoy frente a ti y no eres un espejo sino una persona, en femenino; un ser humano, dicho en masculino, y un ente racional, si lo querés en neutro.
–¡No me cargués, que para eso ya están les mediajueves!
–¿Mediajueves?
–¡Ves que no entendés nada! No se dice más «medialunas», porque eso sería rebajar a la mujer al lugar de las cosas que engordan. Cosificarla, grasificarla. Ahora se dice «medialunes», pero como hoy es jueves, mejor decir «mediajueves» para que te traigan las recién horneadas, las de hoy, y no las del lunes pasado.
–OK, Rebequita de mis pulsiones freudianas levemente reprimidas en su objeto y su fin.
–¿Ves que no entendés? ¡Basta de «Rebequita», en lenguaje inclusivo se dice «Rebequite»!
–¿Rebequite? Es como si te estuviera hablando
en idish.
–¡Será en «inclusidish»! Por otra parte, como dice Jorge Schussheim, el idish es inclusivo . Mamá se dice «mame», papá se dice «tate», nene se dice «ínguele», nena se dice «médidele», abuela se dice «bobe». Todo con «e».
–Pero Rebequita de mis insomnios, ¡la letra no tiene nada que ver! Mirá, tuvimos dictadores y presidentes fraudulentos con todas las letras: Videla, Lanusse, Galtieri, Justo, Aramburu, todas las vocales, y varias consonantes. ¡Todos subieron de «golpe», con «e»!
–Sí, pero eran ¡golpes de «Estadoooo» , y no «Estadaaa»! Hasta el Himno dice «coronados» y no «coronadas», o «coronades». «La marcha peronista» dice «los muchachos», y no «los muchachos», «las muchachas», «les muchaches» y tooodos los géneros peronistaaaaaas. ¡No entendés nade, Tobías de mis manifestaciones!
Y la verdad que no. O na. O ne.

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