23 de febrero de 2022
Fresca tarde de verano. Rebequita y Tobías gozan de un merecido descanso, en una mesa de café.
–Tobías de mi almanaque en desarrollo, tenés que decirme la verdad, ¿vos sos comunista?
–Pero Rebequita de mi Internacional Proletaria, estamos en medio de una deliciosa merienda, ¿a qué viene semejante confrontación político económico social, en lugar de seguir disfrutando de la tostada que recorre el camino entre tu boca y el plato con su melodiosa carga de queso crema light y mermelada de frutos del bosque con edulcorante natural?
–Ay, Tobías, estás tratando de distraerme y eso me hace sospechar más, pero yo creo que vos sos comunista.
–¿Y se puede saber por qué crees esto, Rebequita de mis más convincentes confusiones?
–Porque me acabo de enterar de que los chinos son comunistas.
–¿Y eso que tiene que ver conmigo, caucásico de piel mate y ojos redondos de color del tiempo sin señas particulares ni cicatriz alguna?
–Ay, Tobías, si yo te veo, no parecés chino, pero si te escucho, no te entiendo nada, y a veces pareciera que me estás hablando en chino, y como te dije, me acabo de enterar de que los chinos son comunistas.
–Eso ya me lo dijiste, Rebequita.
–Ay, disculpá, pero es que te confundí con otro chino.
–Pará, Rebequita, pará… ¡A veces yo tampoco te entiendo a vos y no diría por eso que seas china!
–Eso me hace sospechar más aún, Tobías.
–¿Por qué, Rebequita de mi PCR negativo?
–Porque si vos sos chino, es lógico que no me entiendas a mí, ya que hablo en un idioma muy diferente al tuyo.
–Pero Rebequita, hace décadas que nos conocemos…
–Podés ser un espía camuflado, un clon chino del Tobías que conozco, un espía dormido, un avatar, un chino que se autopercibe Tobías. Mirá, hasta hay gente que dice que el presidente pasó uno o dos días en China y a partir de ahí se volvió comunista.
–¡Pero eso lo dice gente que no entiende nada, Rebequita, gente confundida, hipnotizada, alienada!
–¿Aliens? ¿Vos decís que seres de otro planeta se meten en nuestras películas de ciencia ficción para distraernos, así nos pueden invadir los marcianos, que son comunistas porque vienen de Marte, el planeta rojo?
–Rebequita, tranquila; mañana vamos juntos a ver al doctor Neurotsky, y te lo explica todo. Pero ahora, mejor disfrutá de tu tecito de hierbas en esta fresca tarde de verano.
–¡Las tardes de verano son calurosas, Tobías! ¡Ca-lu-ro-sas!
–Cierto, Rebequita, pero esta tarde, está fresca.
–Sí, y ¿sabés por qué?
–¡No!
–¡Porque seguro que ahora en China, es invierno!