28 de enero de 2015
Tarde de enero. Vacaciones. En medio de la calma, del mate, del descanso, la voz puberal se deja oír.
–¡Auxilio!, ¡auxilio! ¡Help!
El padre acude solícito.
–¿Qué pasa, Boni?
Boni señala el monitor.
–No lo puedo creer, es terrible.
El padre pensó que Boni estaba mirando algún video truculento, alguna decapitación, alguna masacre, escenas de guerra, crimen.
–Boni, ¡te dije que tenés que ser cuidadoso con lo que ves!
–Pa, no seas censurador, que eso es vintage, no se usa más. Ahora lo fashion es que los chicos vean lo que quieran y luego se lo expliquen a sus padres.
–Sí, claro, pero seguro que viste una cosa horrible que te asustó.
–Pero no, pa, mirá, lo que estaba viendo era una manifestación pacífica en Europa a favor de los derechos humanos.
–¿Y entonces, por qué pediste auxilio?
–Ay, pa, ¡porque se descompuso la computadora!
–Bueno, hijo, no es para tanto, llamamos al técnico y la arregla. A ver, ¿qué pasó?, ¿se apagó el monitor, no responde el sistema, se trabó algún programa, no se puede cargar?
–Ay, pa, ¿vos te pensás que yo iba a gritar así por una pavada semejante? ¡No me concoes, pa! Soy tu hijo, tu hijo Boní, el chico del siglo XXI. Acá está pasando algo más grave, pa, la compu se confundió, se está volviendo demente. ¿Pueden volverse dementes las compus, pa?
–Pero, Boni, ¿por qué decís eso?
–Mirá, pa, yo estaba viendo una manifestación a favor de los derechos humanos. Y de pronto aparece Rajoy, Sarkozy, Merkel, Netanyahu, Abbas…
–¿Y qué tiene, Boni?
–Ay, pa, vos no me escuchás, ¡los padres no escuchan a sus hijos! La compu enloqueció, ¡mirá si esos van a estar en una manifestación «a favor» de los derechos humanos! Si me dijeras «en contra» puede ser. Mi compu se volvió loca, mi compu se volvió loca, la hackearon, la infiltraron. La quieren volver tonta, la quieren alienar. ¡Quiero hacer una manifestación por los derechos humanos de las compus! ¡Je suis Pecé!
Silencio en la tarde, ¿qué se le puede responder?