12 de diciembre de 2019
(Pablo Blasberg)
En general los ejércitos están formados y capacitados para hacer la guerra. Están armados y entrenados para despanzurrar al enemigo y defender a los propios. Analizando la historia de Latinoamérica, vemos que en los últimos ciento cuarenta años hemos tenido que sufrir varias guerras.
• Guerra del Pacífico / Chile vs Bolivia y Perú – 1879-1884
• Guerra del Chaco / Bolivia vs Paraguay – 1932-1935
• Guerra Peruano Ecuatoriana – 1941-1942
• Guerra del Futbol / El Salvador vs Honduras – 1969
• Guerra de las Malvinas / Argentina vs Inglaterra – 1982
• Guerra del Cenepa / Ecuador vs Perú – 1995
Como se ve, en más de un siglo, hemos tenido seis conflictos bélicos. Los que sí fueron muchos, han sido los golpes de estado. Efectivamente, desde 1902 hasta hace unos días, en América Latina han habido la friolera de 343 golpes. En casi la totalidad de estos golpes intervinieron las FF.AA., sea realizándolos, tolerándolos o promoviéndolos. (Excepcionalmente, para evitarlos).
De estas dos cantidades, guerras-golpes, se deduce que la mayoría de los gobiernos gasta ingentes cantidades de dinero en equipamiento y entrenamiento para formar ejércitos que terminan volteando a los mismos que los mantuvieron. Para un presidente, pagarle el sueldo a alguien que lo va a terminar echando usando el arma que el mismo Estado compró, no puede decirse que sea un buen negocio.
Los datos son contundentes. Las fuerzas armadas del continente casi no hacen guerras; en cambio, tal vez para no aburrirse, hacen golpes de estado.
Obviamente, el país que no tenga ejércitos puede ser un bocado fácil para otro con ganas de ampliar su terrenito. ¿Pero para una guerra moderna, hace falta tener ejércitos? Hoy, con la cibernética y la tecnología deberíamos pensarlo un poco. Actualmente, puede resultar más útil un ingeniero que sepa hackear redes que un sargento musculoso. Además, con el capitalismo a full y ante el peligro de una guerra, un país puede salir a contratar tropas mercenarias, soldados de élite con experiencia a muy buen precio, seguro incluido. Y para el equipamiento hay empresas que alquilan todo. Menos las bombas, todo lo demás se puede rentar: vehículos, tanques, aviones. Y si no los fabricantes de armas suelen tener buenas ofertas del tipo 2×1 o el 80% de descuento en la segunda unidad o llévesela ahora y pague después. En general, los países no tienen problemas para armarse.
Hasta aquí, lógica pura. Pero, seguramente alguien dirá que si no hay militares los golpes los va a hacer la policía. Lamentablemente, esa es una posibilidad que no podemos descartar, una alternativa cierta y a la que debemos estar atentos. Lo siento. Nada es perfecto.