1 de junio de 2021
Hugo Horita
Rebequita entra al banco, saca número, la llaman, se sienta frente al escritorio correspondiente y un empleado la recibe.
–Buenas tardes ¿qué desea?
–Deseo tener una hija.
–Magnífico. Dígame su número de cuenta o de documento, por favor.
Ella le dice un número y él lo teclea rápidamente en su computadora. A los dos segundos, sonríe de la manera que sonríe un vendedor cuando cree que te va a vender algo que no necesitás.
–Bien, de acuerdo con el estado de su cuenta, veo que tiene usted varios óvulos depositados en su caja de ahorro. ¿Desea utilizarlos todos, algunos o que el banco le dé uno a crédito?
–Yo usaría uno de los míos.
–Bueno, pero mire que los óvulos, como cualquier otra moneda, se van devaluando con el tiempo. El óvulo que usted depositó y que hace 10 años le hubiera permitido une hije garantizade, ahora… (cara de duda).
–¿Usted qué me recomienda?
–Mire, los créditos son a nueve meses, y si usted abona el «guaranplus», le permitimos elegir el óvulo, tenemos nacionales e importados. Es la opción que les damos a las personas con óvulos «fuera de circulación», o bien, que no tienen en su cuenta… Es más caro, pero…
–¿Usted me está tratando de vieja?
–Yo no, señora, el tiempo. Si quiere denúncielo al Inadi, pero le advierto que un montonazo de personas ya lo hicieron, sin éxito. ¡Debe ser el lawtime!
–¿Y si yo no tuviera óvulos depositados ni dinero para el crédito?
–En tal caso debería recurrir a sus propios óvulos, y a los «espermatozoides blue», o sea a esos que se consiguen fuera del sistema bancario.
–¡Ah! ¿También necesito un espermatozoide?
–Por ahora, sí. En nuestra sección «próstamos a sola firma», los puede conseguir. Hay paquetes económicos, de un solo espermatozoide, después está la «asignación universal por coito» que es una ayuda estatal para quienes quieren evitar el sexo, pero quieren quedar igualmente embarazadas; son unos 14 espermatozoides de dudoso origen, y después, lo mejor, le recomiendo el paquete Premium, con espermatozoides seleccionados de las mejores figuras del arte, la ciencia, las finanzas y Hollywood.
–¿Y me pueden garantizar que va a ser una hija?
–No, señora, eso solo lo pueden decidir ellos mismo, de acuerdo con la nueva ley.
–¡Cómo se ha tecnologizado todo!
–Y sí, señora, piense usted que hasta hace unas décadas, a los hijos los traía la cigüeña y los depositaba en un repollo.
Los dejamos ahí.