17 de septiembre de 2023
La actriz montevideana que brilla en la película La uruguaya se radicó en Buenos Aires en busca de nuevas oportunidades. De los castings al cine y la televisión.
Presente y futuro. Además de participar en Buenos chicos, la nueva tira de Pol-Ka, Botaiolli será parte de Margarita, la secuela de Floricienta.
Foto: Jorge Aloy
Apoyada en el ventanal de un café de Villa Crespo, Fiorella Botaiolli posa para la lente del fotógrafo de Acción. Lo hace intentando no llamar la atención, aunque varios clientes advierten que se trata de una cara conocida y preguntan por su nombre, que está empezando a sonar de este lado del Río de la Plata. «Me vine a cara lavada, tengo ganas de mostrar un poco más de lo que soy yo realmente, sin maquillaje», dice la actriz montevideana. «Quiero mantener la esencia de la simpleza, intentando evitar contaminarme de tantas máscaras. Soy demasiado sencilla para lo que la industria pide», agrega.
Flamante vecina porteña desde hace un puñado de meses, enfatiza que «es ahora el momento» de estar en Buenos Aires. «Acá se respira movimiento, las oportunidades aparecen seguido. No es fácil, pero las hay y yo estoy bastante atareada castineando donde sea. Soy joven, pero tampoco tengo todo el tiempo del mundo, por eso digo que lo quiero todo, voy por todo», remarca, tan seria como clara. Cuando señala que había llegado para ella la hora de cruzar el charco, lo dice por el boom que generó su primer protagónico en cine.
Botaiolli brilla en La uruguaya, la película basada en la novela de Pedro Mairal con la que ganó el premio a mejor actriz en el reciente Festival de Barcelona. Fue elegida entre 750 postulantes que se anotaron para el papel, hasta quedar «en una final entre tres que fue para el infarto», grafica con gracia. El film hace foco en Lucas Pereyra, un escritor argentino (en la piel de Sebastián Arzeno) que viaja a Montevideo para cobrar el adelanto en dólares de un libro en cocción y aprovecha su breve estadía para reencontrarse con una vieja fantasía, Magalí Guerra (Bottaioli), la uruguaya del título, una mujer sensual y con personalidad por la que pierde la cabeza.
Mujeres guerreras
La intérprete confiesa que La uruguaya fue «lo más cercano a la felicidad» que le dio el oficio que ejerce desde los quince años. «Para los argentinos lo que se está viendo es la punta del iceberg, pero yo la vengo yugando en mi país y es lógico que aquí no me conozcan. Esto es la cosecha luego de una intensa siembra, pero sé que el camino recién empieza. De hecho, ya se me puede ver en Buenos chicos, la nueva tira de Pol-Ka, por El Trece, que arranqué a grabar en julio y donde interpreto a Candela, una chica de armas tomar, que tiene iniciativa, carácter, que no tiene drama de ir al choque y es bastante guerrera. Tiene un poco la energía de Guerra, el personaje de La uruguaya», describe sobre su debut televisivo en Argentina.
Los distintos castings a los que asiste están surtiendo efecto. Vive sola en Buenos Aires y disfruta esa independencia que le depara la gran ciudad a diario. «Me muevo con comodidad y liviana porque no está la mirada del otro, el juicio de la persona conocida», comenta. «Acá la gente está muy en la suya y me gusta eso del porteño, que no tiene filtro, que va al frente con su proyecto o emprendimiento y lo logra, sale adelante a pesar de las contingencias permanentes. Desde que estoy en Argentina es lo que más me asombra de la gente: va pa’delante cueste lo que cueste, pese a los palos que les ponen en la rueda todo el tiempo. Y a mí me hace bien estar en un lugar así, es contagioso, me estimula a no aflojar en mis luchas», agrega.
Si bien dice que no puede anticipar demasiado, desliza con cuentagotas que será parte del elenco de Margarita, la esperada secuela de Floricienta que, bajo la producción de Cris Morena, se verá en la plataforma de HBO y tendrá a Isabel Macedo, Mery del Cerro y Muna Pauls entre sus figuras principales. «Solo puedo contar que tendré un personaje que acompaña a la protagonista y para mí es una linda oportunidad para tener mayor exposición. Estaré yendo y viniendo desde Uruguay, donde empezó hace poquito a filmarse esta serie que describirá las aventuras de Margarita, la hija de Floricienta».
Con mucha actividad en poco tiempo, señala que «todo lo que aparezca, me convenza y me sirva lo aceptaré, no importa si es un papel más o menos importante. Sé que todo lo que sea comparado con La uruguaya sonará a poco», sostiene en relación a Mal trago, cortometraje de Santino Taratuto (hijo del cineasta Juan Taratuto) que protagoniza junto a Martín Piroyansky. «Es una comedia con tintes almodovarianos sobre una chica que tiene una cita a ciegas con un muchacho diez años más joven (Martín Lacour), en la que abundan torpezas, incomodidad y silencios, hasta que aparece de manera imprevista su ex (Piroyanski), lo que genera una gran historia de enredos». Por supuesto que durante la charla con Acción está muy presente «su» Guerra, un personaje que le permite establecer cierto paralelismo con su propia vida. «Me preparé como nunca para hacerme del papel, leí la novela cinco veces y la desglosé hasta casi sabérmela de memoria», asegura. «Siempre sentí que era para mí, desde antes del casting me sentía Guerra, me llevaba el personaje a todos lados y me iba a dormir pensando y siendo ella energéticamente. Me acuerdo que mi terapeuta quería bajarme a tierra y yo estaba terrenal, pero ella decía que lo mío era soberbia por sentirme dueña de un rol que todavía no era mío. Y yo se lo refutaba, le decía que era una profunda convicción que venía cultivando hacía mucho. Pocas veces tuve tantas certezas en relación a mi trabajo, aunque hoy, a la distancia, reconozco que estaba muy obse».