8 de octubre de 2021
Javier Maldonado
Independiente
Atravesado por cierto clima de ensueño, lo que manda en Melodías favoritas es otra cosa: la vitalidad. Javier Maldonado porta una obra austera, medida, pero que, podría decirse, roza la perfección de la canción. Hasta aquí había grabado cuatro discos de estudio exquisitos, de fina estampa y espíritu analógico. Su trabajo de pandemia podría tomarse como un ejercicio de composición. Toda esa buena muñeca suya baila a su aire sobre el piano. Y allí juega y se despacha con temas instrumentales. El registro casero suma coros, percusiones, guitarras y algunas otras cuerdas pulsadas. Si bien no es la búsqueda, cierto clasicismo en los géneros de estas canciones se manifiesta por allí. Por caso, vale anotar «La inmortal», «Viejo vals a Margarita», «Soledades/Legui» y «Arenales dream». Melodías favoritas es un trabajo dado a la expresión, no al puro virtuosismo. En silencio, en su casa, un hombre tiene entre sus manos su herramienta preferida en el mundo: un piano de cola. Como un náufrago amarrado a un pedacito de madera flotante en el océano, despojado de palabras, se entrega totalmente a la música. Nueve canciones que cargan un dramatismo leve, un brillo medido. Susurrando sus propias melodías, Maldonado vuelve a encumbrarse.
