31 de octubre de 2023
Mientras los rumores sobre su estado de salud copaban los programas de chimentos, el músico le daba las puntadas finales a su nuevo disco. Testimonios exclusivos.
Festejo. Imágenes de su cumpleaños número 72 que algunos de los invitados, entre ellos Porchetto, compartieron en redes sociales.
Charly García cumplió 72 años. Lo festejó en su departamento de Coronel Díaz y Santa Fe, rodeado de la familia y amigos músicos como Fito Páez, León Gieco, Nico Mestre y Raúl Porchetto. Todos escucharon juntos su nuevo disco, La lógica del escorpión, dos veces.
La última vez que el compositor, tecladista y cantante estuvo en un escenario fue el 23 de octubre del 2021 en el Centro Cultural Kirchner. Esa noche apareció con una banda integrada por Páez y Zorrito Quintiero en los teclados, Pablo Guyot en guitarras, Alfredo Toth en bajo, Hilda Lizarazu y Rosario Ortega en los coros y Fernando Samalea en batería. Esa misma noche, Páez tocó en otro homenaje a Charly en el Teatro Colón. Fue un año redondo para su música.
En marzo de 2022, Charly fue internado en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento por una quemadura extensa en la pierna izquierda ocasionado por un accidente doméstico, que requirió múltiples curaciones realizadas por un equipo de cirugía plástica y que le llevó un mes y medio de internación. Reapareció públicamente en octubre para su cumpleaños, donde tocó para los amigos en el local de jazz Bebop. Incluso siguió ensayando hasta diciembre para un concierto que al final no se concretó.
Durante este año, la internación para un chequeo médico y la recuperación lenta de su fractura en la cadera puso a su salud nuevamente en el foco de los programas de chimentos y en el terreno de las especulaciones. Los comentarios públicos de artistas como Fabiana Cantilo, que sostuvo que no la dejaban verlo, encendió una usina de rumores sobre su condición física y el rol de su pareja, Mecha Iñigo. Hasta en las redes se llegó a viralizar el hashtag «freeCharly».
Hace poco, Hilda Lizarazu dijo que las decisiones sobre su vida las tomaba Charly. Su hermana menor, Josi García Moreno, también salió al cruce de los rumores. En una entrevista con el diario Clarín aclaró que su familia lo estaba cuidando y que dependía de otros para moverse por su problema en la cadera. «Es un tipo muy grandote. Para que cualquier persona salga caminando, tiene que estar todo el tiempo, y él lo hizo hasta que se volvió a caer. No puede levantarse siquiera a hacerse un café, entonces va pidiendo lo que necesita», contó.
Vuelta al estudio
En estos días el foco está nuevamente puesto en la música. El próximo 5 de noviembre se cumplen cuarenta años de la edición del disco Clics modernos, un álbum que inauguró una nueva era democrática en la Argentina. Al otro día, en la esquina de las calles Walker Street y Cortlandt Alleyen de Nueva York, donde Charly se tomó la foto para la portada del álbum, se realizará una ceremonia para rebautizar a ese lugar con una placa que dirá Charly García Corner (esquina Charly García). Hilda Lizarazu y el Zorrito Quintiero serán los representantes de Say No More, porque van a tocar sus canciones en esa ciudad.
«Voy a estar en Nueva York, a pesar de que no toqué en ese disco, pero si estuve muchas veces con Charly en Nueva York y voy a celebrar lo que significa Clics modernos para él. Para mí, es festejar lo que significa ese disco como fan suyo. Estar ahí un poco para recordar esas cosas que me tocaron compartir con García, y estar presente en un reconocimiento muy importante para un artista argentino en la ciudad de Nueva York», dice Quintiero, que celebró el día de cumpleaños de Charly con una transmisión en vivo tocando sus temas, y formó parte de una celebración de su obra junto a La Grande.
Hace unas semanas García volvió a los estudios de grabación: su necesidad de hacer música continúa ilesa. Todavía no se sabe cuándo saldrá su último disco, La lógica del escorpión, que está listo y masterizado. Charly y el sello Sony Music se tienen que sentar a charlar para definir las condiciones de esa edición en vinilo. Este año ya está perdido, pero hay mucha expectativa. Random, su último trabajo de estudio, ya tiene cinco años.
Las sesiones de grabación de La lógica del Escorpión empezaron antes de la pandemia. El bigote bicolor empezó a componer las canciones en su Ipad primero, y luego todo se fue cocinando a fuego lento. «Me considero más un artesano que un artista», decía en 1983, cuando acababa de editar Clics modernos, el álbum del cual se cumple su cuarenta aniversario.
El método de trabajo prácticamente no ha cambiado. En el estudio, Charly tocó prácticamente todos los instrumentos como en sus últimos discos solistas. También tuvo la colaboración de Lizarazu y Rosario Ortega en los coros, Samalea en la batería, y Fernando Kabusacki y Pedro Aznar en las guitarras.
«Es un disco maravilloso y hermoso que va a sorprender a muchos para bien», dice Kabusacki, que participó de las sesiones. «Me llamó inicialmente para grabar en un tema y terminé grabando en la mayoría de las canciones», agrega. El guitarrista ya había trabajado con Charly en las sesiones de Kill Gill (2010). El creador de «Yendo de la cama al living» también había participado en discos de Kabusacki como La Maravilla y The Radio.
La lógica del escorpión tiene composiciones nuevas como «El club de los 27», un blues donde se destaca el solo de guitarra de David Lebón. También aparece una nueva versión de «Te recuerdo invierno», una canción compuesta en la etapa anterior a Sui Generis, que grabó en el álbum en vivo Estaba en llamas cuando me acosté (1995).
Entre los covers, un sello de sus trabajos solistas, eligió «Rock and Roll Stars», versión adaptada de «So You Want to Be a Rock ‘n’ Roll Star», de The Byrds, y «Watching the Wheels», de John Lennon, que tuvo demorado todo el proceso del álbum: García necesitó la aprobación de la licencia de parte de Yoko Ono para la versión en castellano, que finalmente consiguió.
«Es un disco indiscutiblemente de Charly, en cada nota, cada acorde, cada canción. Es un disco suyo de los buenos», dice Kabusacki, entusiasmado con el material nuevo. «Está hecho con poca gente, con un círculo pequeño. Todo lo que grabamos y lo que se hacía era bajo su dirección. Me decía: ‘Esto tocalo de tal manera, buscale este sonido’. Él me pasó todos los acordes, todos los cifrados, y me enseñó todos los temas. Una cosa que hasta el día de hoy no lo puedo creer. No hay ninguna decisión musical y artística que no sea de él».
El trabajo fino del álbum lo hizo junto al ingeniero de grabación Matías Sznaider (Juana Molina, Lisandro Aristimuño), armando las bases sobre unos loops, samples, máquinas de ritmo, que fueron definiendo la arquitectura sonora del nuevo material. «Matías hizo un trabajo maravilloso de poner el estudio, y grabar, grabar y grabar. Le sacó un sonido buenísimo a las cosas como ingeniero, siendo una especie de mano derecha de Charly. Pero, insisto, todo lo que quedaba o no quedaba era lo que Charly decía que había que hacer».
El arte de tapa está a cargo de Renata Schussheim, que recientemente inauguró Al rojo vivo, una muestra en el Centro Cultural Recoleta, donde se refleja esa larga relación artística con Charly, que comenzó con la ilustración del álbum en vivo Música del alma (1977). Schussheim trabajó en el arte de tapa de discos, video clips y montajes de sus espectáculos, desde la presentación de Yendo de la cama al living hasta el show titulado Líneas paralelas en el Colón en 2013.
A diferencia de todo lo que se habló en las últimas semanas, Charly no está encerrado en una torre de cristal. Está conectado con todos los demás a través de la música; la máquina de ser feliz sigue en funcionamiento. Kabusacki, que lo vio en su último cumpleaños y compartió la escucha de las nuevas canciones, lo confirma: «Charly está con todo su genio y toda su maestría en cada nota de La lógica del escorpión. Está buenísimo».