28 de mayo de 2022
Amazon
Gad y Fisher, en una ficción atrapante.
Comedia, drama, thriller con tintes de licantropía. Wolf Like Me es todo eso al mismo tiempo, sin prejuicios ni ataduras a las convenciones. Gary (Josh Gad), padre viudo, intenta denodadamente conectar con su hija de 11 años, Emma (Ariel Donoghue), conflictuada por la pérdida de su mamá y enojada con el mundo. El puente entre los dos aparece de forma inesperada: un accidente que provoca un encuentro con una mujer que cautiva de entrada a la pequeña y además guarda un extraño secreto que, a pesar de que será revelado muy pronto, no interfiere en la eficacia de esta miniserie de seis capítulos intensos y cargados de sorpresas. Lo que logra Abe Forsythe, director de esta ficción atrapante y anómala, es muy meritorio: contar una historia que hemos visto más de una vez con un estilo original y ganchero. Y que excede el relato de redención romántica y filial para internarse en otros terrenos: la vida de los exiliados (estadounidenses que viven en Australia), las fantasías provocadas por el influjo de la luna llena, el magnetismo de la cosmología popular de Carl Sagan y los vericuetos de las terapias virtuales. Todos esos temas están ensamblados con audacia e inteligencia, sin solemnidad ni golpes bajos, con una banda sonora encantadora que cumple un rol decisivo en la trama y tres protagonistas fabulosos, en particular Isla Fisher, capaz de asumir un papel desafiante con una soltura y un encanto que convierten en asequible un desafío que podría haberla empujado al ridículo.